Revista Viajes
¡Un gran viaje! Así se definen muchos, pero este más que eso, fue un viaje peculiar; de encontrar lo sorprendente donde pocos mencionan qué está, de recorrer dos ciudades a las que no muchos en México consideran en sus itinerarios de viaje por Canadá, y de dejarse llevar por los sabores, calles y rincones de esos destinos en lares tan distantes: Manitoba y Nova Scotia.
Si bien, por el momento creo que no gozan de una gran popularidad entre los mexicanos, estoy segura que tanto Winnipeg como Halifax, poco a poco irán ganando la curiosidad de los viajeros, porque ambas tienen tanto qué mostrar y ofrecer.
Halifax es una de mis consentidas en Canadá, quizá por ser la capital de la Provincia de la Nueva Escocia, la que deseaba tanto visitar y que por fin en 2012 pisé por primera vez; y Winnipeg porque en 2013 estuve ahí en visita relámpago y me quedé con ganas de explorarla mejor.
En esta ocasión disfruté de Winnipeg por varios días, descubrí que su arquitectura es impresionante y que tan sólo por conocer el Canadian Museum for Human Rights, vale la pena ir hasta allá. Pero ya estando ahí, hay qué comer rico, hospedarse en un buen hotel y pasear por sus museos, porque claro que se puede hacer todo eso si consideramos que es una ciudad más barata que otras en ese mismo país.
Visitar Winnipeg es como no ser turista, puedes sentirte parte de la ciudad tan rápido, que te sorprenderás. Pese a ser una capital, no es muy grande y resulta sencillo desplazarse de un lugar a otro caminando o en transporte público.
De sus atractivos, sus edificios, barrios y deliciosa comida, les estaré compartiendo a partir de hoy. Y de verdad los invito a considerar Winnipeg en su siguiente viaje a Canadá, verán qué encantadora ciudad.
Por otra parte, regresé a Halifax y aunque no tuve tanto tiempo para pasear porque el objetivo del viaje fue asistir a un maravilloso evento de servicios y destinos turísticos de Canadá; sí tuve la oportunidad de tener un agradable reencuentro con mi Halifax tan querido. Y también visité Lunenburg en un día. Lo malo es que nuevamente me entró la idea de planear un road trip por esa provincia, que se antoja tanto por sus aires misteriosos y nostálgicos, sus pueblos coloridos, sus faros, su langosta y el clima traicionero, porque igual hace calor, que llueve o hace frío en pleno verano. Eso lo aprendí en 2012 cuando estuve en el mes de junio.
Y cómo les decía, fue un viaje "peculiar" porque no lo sentí para nada de "turista", fue una experiencia que viví sin mi familia, en un país al que le tengo tanta confianza y pues, me sentí verdaderamente "como en casa".
Pues aquí comienzo el recuento de mi paso por estos lugares, con fotos, videos, posts, recuerdos y tips que iré compartiendo en los próximos días.