Un viernes para el recuerdo en el Mad Cool 2024

Tercera jornada de muchos conciertos en el Mad Cool 2024, una noche de grandes conciertos en los escenarios principales y en el resto de escenarios, una jornada de viernes donde se volvió a disfrutar de una gran experiencia sonora. Una jornada llena de nombres interesantes para ver en los distintos escenarios donde pudimos disfrutar de varios registros distintos desde primera hora, nombres actuales y alguna que otra sorpresa de futuro se unieron a valores de varias generaciones en la programación del día.

Benjamin Clementine era el encargado de abrir la jornada en los dos escenarios grandes, en el caso del artista británico llegaba en un formato cuarteto que supo hacer de su concierto un lugar de paz, no solo por un escenario con escenografía minimalista (con todos los músicos en una especie de primera fila donde el propio Benjamin alternaría su posición entre el piano, sinte y guitarra) y unas proyecciones de fondo que complementaban las canciones; mención a parte el calor y como toda la banda se presentaba en traje / pantalón y chaqueta pese al calor. Sabiendo que era el primero pudo exponer su directo de manera perfecta, un show tranquilo en el que canciones como Condolences, Jupiter o Nemesis con ese poso sonoro de las grabaciones, no había prisa y la elegancia y la técnica fueron otro de esos atributos a la hora de presentar estas canciones. Era el momento de Unknown Mortal Orchestra eran los encargados de abrir el otro gran escenario de esta jornada, el proyecto liderado por Ruban Nielson y por Jake Portrait se subieron al escenario con ganas de presentar sus canciones, una propuesta con una colección medida de canciones y momentos de psicodelia que hicieron que el tiempo y la parte de las canciones fueron otra de las propuestas de esta jornada en las que pararse a disfrutar del concierto. 
Sleaford Mods hicieron frente al calor con mucha actitud, el dúo se lo pasó en grande en el escenario, el dúo formado por Jason y Andrew salía a por todas con su actitud y de riguroso negro. Somos conscientes de que les gusta pasarlo en grande en el escenario y poder ver a Jason con una botella de agua en la cabeza, haciendo esos aspamientos o directamente derrochando actitud punk mientras nos regala sus canciones es algo que, cuanto menos, hace que el público siempre esté al borde del pogo. Del repertorio podríamos destacar que no faltaron todas esas canciones como Kebab Spider, Tiswas o Nudge It entre otras. Volvemos a poner de manifiesto la actitud y el saber hacer de esta formación que suele visitar nuestros escenarios y que (a nivel personal) nos trasladaron a un show en sala con todo el espectáculo.
Black Pumas fueron otro de los nombres propios de la jornada, la actitud de Eric Burton hizo que muchos fans que esperaban a Måneskin se los metiera en el bolsillo, desde el inicio los golpes de efecto sonoros aparecieron para quedarse, en el tercer tema bajó (por primera vez) del escenario. Lo cierto es que su sonido es algo que puede ser llevable a los escenarios (como demostró), la selección de canciones buscaron la vitalidad y la demostración de lo que saben hacer sin olvidar canciones como Colors o Fire que son dos canciones que muestran dos de los atributos de este proyecto (por un lado la capacidad de emocionar con un sonido muy interesante y por otro el llevar a esa vitalidad de sonidos más cercanos al soul). Personalmente creo que esta propuesta para un festival es un acierto, permitir que un proyecto proponga su sonido, tener el tiempo para ir exponiendo las canciones y hacerlo de manera firme, sabiendo que ese momento de unidad entre escenario y público será una realidad.
Sum 41 llegaban como uno de los grandes nombres del día, un directo de una banda con mucho recorrido y mucho que decirnos, con una gira a la vista (en forma de cierre de ciclo) la visita al Mad Cool se saldó con el show que llevó la producción a otro nivel (confeti, fuego y luces), en este concierto se congregaron varios factores muy interesantes, por un lado la arrolladora puesta en escena, un repertorio potente y muy fluído y la noche como principal aliado para una banda con eterna juventud, canciones como Over my head (better off dead), Dopamie, In too deep, Underclass hero o The Hell Song mostraron que no querían guardarse nada y que querían que la gente lo pasara en grande. Por su parte Måneskin estaban llamados a ser la gran banda de la noche, lo lograron en muchos aspectos con un directo a la altura donde ellos fueron las estrellas, dejando espacio a canciones como Don't wanna sleep, Zitti e Buoni o Supermodel entre los primeros temas y así tomar el pulso a todos los asistentes congregados. Beggin' llegaba entre los primeros temas en esa espiral de rock y de potencia para mantener así esa fuerza, posteriormente canciones como I Wanna Be Your Slave, en la parte final pudimos ver ese momento con los fans en el escenario en Cool Kids. Un concierto a la altura de la calidad de una banda que no deja de rodar, una banda que tenía espacio para solos (dando protagonista a cada integrante) y para dejar claro que son acierto seguro.
En el resto de escenarios propuestas como las de Alvvays a primera hora permitieron a los asistentes vivir en este tercer escenario, una lección de estilo que unida a la potencia de Tom Morello (que subió al escenario a su hijo dejando uno de los momentos más bonitos de la jornada y dejando claro que el futuro sigue vivo) quién no defraudó, congregaría a mucha gente, pese a coincidir con Black Pumas y nos dejó una colección de canciones para los fans de su carrera. De este escenario Jessie Ware mostró sus mejores dotes pop con ese cuerpo de baile y las ganas de que la noche trajera la fiesta para poder ver a The Breeders en una segunda juventud mostrando que los años pasan pero no por ello dejan de tener ni la calidad ni el toque, una forma más que correcta de cerrar la noche para quienes supieron disfrutar del legado de una formación que lleva años presente. No queremos dejar pasar anécdotas como la visita de King Africa al escenario (set) de Mahou, el buen hacer de Gilipojazz, Comandante Twin y Depresión Sonora que dejaron claro que tienen directo más que sobrado para grandes festivales. 
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