Revista Opinión

Una aconfesionalidad algo costosa

Publicado el 13 noviembre 2010 por Ciberculturalia

Una aconfesionalidad algo costosa
Cuando aún no nos hemos recuperado del impacto de la reciente visita papal, ya se empieza a conocer el costo que supondrá para el erario público el encuentro del Papa con los jóvenes, previsto en Madrid para agosto 2011.
Derecho sin duda tiene, y nadie se lo discute, para reunirse con quien o quienes considere y le plazca. Obvio. Lo realmente inaceptable es que estos actos, de caracter religioso y confesional, sean financiados con los presupuestos generales del Estado, a pesar de que la Constitución, en su artículo 16.3 dice claramente que "ninguna confesión tendrá caracter estatal".
En todo caso, cuando el Papa viene en calidad de Jefe de Estado del Vaticano, tema a debatir pues no se yo la razón para la existencia de este "Estado",  los únicos gastos que podrían asumirse serían los gastos de seguridad.
La debil y errática política del Gobierno en estos asuntos, nos irrita sobremanera a muchos ciudadanos que defendemos un laicismo, rotundo y total.
A pesar de figurar en el programa del PSOE el compromiso de enviar al Congreso una propuesta de "ley de libertad y conciencia religiosa", hace unos días el  presidente Zapatero ha declarado que no le parece oportuno iniciar la tramitación de la ley ya que previamente es recomendable un acuerdo político y social sobre este tema. Lleva seis años gobernando y estaba en su programa ya en la primera legislatura.
La pura realidad es que el débil Gobierno que tenemos no se atreve a eliminar los privilegios inmensos de los que disfruta la iglesia católica en España. No se atreve a derogar el Concordato de 1953, ni los acuerdos con la Santa Sede de 1979.  Este no atrevimiento cuesta al erario público, según Europa Laica, la friolera de 10.000 millones de euros al año. ¿Qué les parece?
De momento, y a falta de concretar la cifra, al parecer la próxima visita de agosto puede suponer un gasto de 54 millones de euros. En un país con una economía tensa y estresada, este gasto me parece intolerable.
Denuncio este hecho por la indignación que me produce. Mañana lo dedicaré al ocio para tomar energía, les parece?

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