[Maribel juega con su niño, Olivier, al que acaba
de adoptar en Senegal. Crédito foto: Maribel]
Pantalones kaki, camisa blanca sin manga, esta española que reside en Madrid no ceja en elogios respecto a su hijo adoptivo. "Olivier es muy grande, muy fuerte. Es un niño muy bonito".
Maribel descubrió Senegal hace ya unos años, como turista, sin imaginar que terminaría adoptando un niño de este país. Hoy, esta madrileña se siente fascinada por la benevolencia y la simpatía del pueblo senegalés. "Me gusta mucho, son gente muy noble, muy buena y muy educada y sonríen siempre», ha dicho.
Casada, Maribel ha preferido no dar a luz. Su objetivo era solucionar primero los problemas de su familia. «Durante toda mi vida he trabajado mucho para ocuparme de mis parientes y de mis cinco hermanos. Hasta ahora, he preferido trabajar para ayudar a mi familia. Pero ahora están bien, todos mis hermanos tienen un trabajo y son independientes, por eso decidí crear a mi propia familia», explica.
Para Maribel, tener hijos era sinónimo de poder perder su empleo. "En ocasiones, en Europa, tener un niño biológico puede ser un handicap para la carrera profesiona de una mujer. Los empresarios no te lo permiten», explica. Pero a pesar de las dificultades, para esta informática, la adopción de Olivier supone la satisfacción de haber podido fundar a su familia. Y cuando habla de su niño, rebosa de alegría y felicidad.
"Quiero que sea un gran hombre, que tenga valores importantes y que sepa decidir lo que quiere en el futuro», dice sin dejar de sonreír a su pequeño. «Será el presidente de Senegal. Le estoy preparando para esto», añade bromeando. Olivier cumplirá dos años el agosto que viene. Inscrito en una escuela bilingüe en España, su madre adoptiva dice que este niño aporta felicidad a todo el que lo conoce.
Largo y duro proceso de adopción
Fue tras más de un año de presentación de diferentes tipos de documentos, de certificados penales, de salud y muchos más que Maribel finalmente consiguió adoptar Olivier. "El procedimiento es largo y sigue un protocolo rígido", recuerda esta informática. «Los padres deben mantener conversaciones en su país de origen con el gobierno, los psicólogos y los trabajadores sociales que evalúan sus capacidades personales y económicas para asegurarse que el niño puede tener una buena formación en el futuro".
Maribel ha dedicado 5 de sus 7 viajes a Senegal a los trámites de adopción. Primero, el Tribunal de Senegal le concedió la adopción parcial de Olivier con su pasaporte senegalés y todavía bajo tutela del tribunal de Dakar. Un año después, cuando entregó las pruebas (fotos, certificado de inscripción), de que reunía las condiciones para la educación y la cobertura del niño, y tras ser escudriñadas su vida íntima y profesional, Dakar le concedió " la adopción plena". Como resultado, el pequeño Olivier perdió "su nacionalidad senegalesa para tomar la de sus padres de adopción ". Una vez nacionalizado español, Olivier Diouf es desde ahora en adelante responsabilidad de Maribel Carrascosa. No obstante, el pequeño conserva sus orígenes senegaleses y su cultura. Cuando sea mayor, Olivier podrá retomar su nacionalidad, si así lo desea, y volver a buscar sus orígenes, explica su madre.
Texto: Fred Atayodi