Tenía fama de pesimista y melancólico y cuentan que un día sus conciudadanos se sorprendieron al verle jugar con los muchachos, y le recriminaron. A lo que Heráclito contestó:
"Más me gusta hacer esto que ocuparme en asuntos de gobierno con los regidores de la ciudad, porque entonces me entra congoja y siento deseos de llorar amargamente por el destino efímero y vulgar que tienen todas las cosas".
Heráclito de Efeso (siglo V a. de C.)
H I S T O R I A S D E L G R I E G O