Jair Bolsonaro, flamante presidente de Brasil. Jair Bolsanaro, el hombre de extrema derecha que el domingo, 28 de octubre era elegido presidente de Brasil, hace solo unos meses, cuando nadie quería votar por él, amenazó con matar a 30 mil “izquierdistas” y alabó las dictaduras. Ahora, Jair Bolsonaro en la presidencia de este Estado, se enfrenta a un enorme retroceso en materia ambiental. Y ataca el ecologismo, defendiendo a ultranza la agroindustria, responsable de la deforestación. ¿Qué consecuencias traerá para el pulmón del mundo? La llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia del país con mayor biodiversidad del planeta ya encendió las alarmas de las organizaciones civiles y activistas ambientales. El mandatario anunció que iba a fusionar el Ministerio de Agricultura y el de Ambiente, decisión que puede generar graves consecuencias para la Amazonia. Para Bolsonaro el medio ambiente no es una prioridad y así lo dejó claro durante la campaña. En ella, cuestionó el Acuerdo de París, alegando que ponía en peligro la soberanía nacional, desestimó el ecologismo y afirmó que no habría “ni un milímetro más de tierras para los indígenas”. Sus promesas de acabar con la “industria” de las multas para las grandes multinacionales que comprometen seriamente al medio ambiente y la detención de la demarcación de nuevas tierras para los pueblos originarios, representa un enorme riesgo para la selva misma y para el planeta, que padecen los estragos de la actividad humana. Jair Bolsonaro piensa arrasar la Amazonía con excavadoras gracias a poderosas compañías que gastaron millones ilegalmente, inundando WhatsApp de noticias falsas que lo apoyaban. “Somos 200 millones de habitantes y una de las cosas que está funcionando es la cuestión del agronegocio y la agricultura familiar. No podemos dificultar el progreso”, aseguró Bolsonaro en una sesión en vivo a través de sus redes sociales. “El problema -advierte el profesor de la Escuela Brasileña de Guierra, Fábio Albergaria de Queiroz, PhD en Amazonia y experto en medio ambiente- es que su gran referencia en términos de estadística es Donald Trump y Trump ha dicho que el cambio climático no existe”. Por eso “queda claro que, para él (Bolsonaro), el medio ambiente es una política de segunda clase” y eso trae graves consecuencias para la selva, las comunidades que habitan en ella y la flora y la fauna del lugar.
Brasil cuenta con la mayor parte del Amazonas, el 60%.El Amazonas se extiende por más de 7,4 millones de kilómetros cuadrados a través de Brasil, Colombia, Bolivia, Perú, Venezuela, Ecuador, Guyana y Surinam. De ese grupo de naciones, Brasil cuenta con la mayor parte, el 60%. De acuerdo con Greenpeace, la deforestación en los años 70 alcanzaba apenas un 1 % del total de la Amazonia que hoy alcanza el 18%. Expertos advierten que, si llega al 20 ó 25 %, el ecosistema comenzaría a entrar en colapso de forma irreversible. El profesor Fabio Albergaria de Queiroz nos recuerda: “La amazonia es uno de los reguladores de la temperatura del planeta y, si se altera el sistema de lluvias, su colapso sería desastroso: cambiaría el clima y la capacidad de almacenar dióxido de carbono en la atmósfera. Y esto se sentiría en todo el mundo”. En Brasil existen unas 600 reservas indígenas, que ocupan el 13 % de todo el territorio nacional. Sin embargo, no todas las zonas para las tribus están delimitadas legalmente. En campaña, Bolsonaro les ofreció a estas comunidades vivir de los recursos de “las regalías”, la “minería” y de las de las hidroeléctricas que quiere construir en esos terrenos, así como de la “explotación de la biodiversidad”. Para el obispo André de Witte, presidente de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), “la posición de Bolsonaro sería realmente desastrosa” porque daría luz verde al “agronegocio” y a la industria extractiva, con lo que “el valor de la naturaleza preservada va a ser totalmente perjudicado”. No solo pone en riesgo a estas ancestrales tribus sino a toda la nación, pues su falta de experticia y su discurso en contra de la preservación del medio ambiente detiene el avance de organizaciones en la protección de las reservas naturales del país. “Mucho de lo que Bolsonaro dice es retórica y mientras el medio ambiente siga como política de segunda clase, la situación ambiental se quedará como está”, asegura Albergaria de Queiroz. Recientemente, el mandatario electo afirmó que estaba pensando en retirarse del Acuerdo de París, pero luego matizó sus palabras y dijo que el país no iba a desconocerlo. Después afirmó que iba a fusionar el Ministerio del Medio Ambiente y el de Agricultura, y ahora anuncia oficialmente la creación de una sola cartera. Expertos como Albergaria de Queiroz lo consideran “catastrófico, porque pretende unir dos ministerios que son opuestos irreconciliables. Tenemos un gran problema, pues ecosistemas como la Amazonía corren el riesgo de convertirse en áreas de agricultura”, aseguró. Lo preocupante es que el tiempo corre y con Bolsonaro, el gigante suramericano se aleja de un modelo de desarrollo sostenible. Y, en Brasil, el país donde más asesinan a ambientalistas de todo el mundo, los activistas siguen luchando por detener la deforestación, el monstruo silencioso que devora la Amazonia.
Mark Elliot Zuckerberg.
Mark Elliot Zuckerberg programador y empresario estadounidense, conocido por ser el fundador de Facebook, no hizo nada mientras poderosas compañías gastaban millones ilegalmente para inundar la plataforma de mensajería de noticias falsas y discursos de odio. “Zuckerberg -aseguran Ricken, Christoph, Fadi, Emma, Alice, Rosa y todo el equipo de Avaaz- pudo haberlo detenido e informar a sus usuarios. Pero no lo hizo. Ahora, depende de nosotros aprovechar el momento para señalar a Facebook su responsabilidad sobre las noticias falsas y los discursos de odio difundidos en sus plataformas y acabar con ellos antes de que más personas como el presidente de Brasil se adueñen de nuestras democracias y de nuestro futuro. En Brasil, los periodistas solo empezaron a darse cuenta del problema después de que engañaran a millones de personas con noticias falsas. Pero hay una manera de solucionarlo: convenciendo a WhatsApp de que introduzcan un filtro para noticias falsas que puedan activar los usuarios que les alerte de posibles mensajes con desinformación. Para que esto funcione la plataforma podría permitir a los usuarios que el cifrado fuese opcional, una solución que protegería tanto nuestras democracias como nuestra privacidad. La cantidad de noticias falsas que actualmente se están difundiendo en todas nuestras redes sociales está creando una enorme y asombrosa crisis mundial. Facebook sigue albergando cientos de millones de cuentas falsas activas. Dos mil millones de personas tienen cuentas de YouTube y consumen hasta una hora al día, pero los expertos dicen que sus algoritmos empujan a la gente a ver contenido extremista, racista y calumnioso. Por eso nuestro movimiento está contraatacando -presionando a las plataformas de redes sociales, WhatsApp incluido- para que defiendan a los ciudadanos, las democracias y la información real”. Avaaz está peleando contra las noticias falsas y la desinformación en todo el mundo. En Brasil, el equipo de “duendes” puso al descubierto una de las redes de desinformación más grandes del país y logró derribarla. “Pero esta acción llegó tarde y se quedó corta. Los algoritmos de las redes sociales tienen un gran poder sobre nuestras sociedades, y ahora mismo están obligándonos a consumir veneno. Por todo aquello que amamos, vamos a limpiarlas antes de que sea demasiado tarde”.


Camilo Gómez, escribió el 28 de octubre pasado en El Mundo cómo Jair Bolsanaro se perfilaba como el nuevo presidente de Brasil. “De pie, sobre una tarima de tres metros en Brasilia, Jair Bolsonaro agarraba con su mano izquierda un muñeco del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, vestido como prisionero, y lo golpeaba con su palma derecha. Era marzo de 2016 y Brasil vivía uno de sus momentos más tensos en la última década. Los principales símbolos de la izquierda en la región, Lula y Dilma Rousseff, eran investigados por corrupción. Con cada bofetada, Bolsonaro sonreía y, tras un último derechazo, arrojó el muñeco al suelo. En seguida bajó a saludar a sus partidarios, que lo levantaron en brazos y lo aclamaron como a un ídolo. Pero ¿quién era realmente Jair Bolsonaro? Sus seguidores lo llaman ‘el mito’. Para algunos de ellos es un ser superior, una ficción, un héroe. Lo aplauden por su estilo retador, por salirse del libreto usual de los políticos. Para otros, en cambio, representa el peligro, los extremos, el regreso de una dictadura. Jair Messias Bolsonaro es un exmilitar de 62 años que, con casi tres décadas de una discreta carrera en la arena política, surgió hace menos de dos años como el símbolo de la derecha desmedida. Desde 1991, circula por los pasillos del Congreso de Brasil. Ese año fue elegido como diputado federal de Río de Janeiro por el Partido Demócrata Cristiano. Desde entonces ha sido un camaleón, pues ha vestido las banderas de siete partidos. Con cada pulso electoral sumó más adeptos, aunque no se lo debe tanto a su carrera, pues ha impulsado pocas reformas. Su éxito es mérito de sus afirmaciones, sus posturas personales y su crítica empedernida a los gobiernos de izquierda. Su discurso, ambicioso y controvertido, no fue usual en una campaña a la presidencia. En el exterior lo comparan con Donald Trump, Marine Le Pen o Rodrigo Duterte. Lo llaman la versión tropical de la ultraderecha. Ser políticamente incorrecto, como Trump, un antisistema, se volvió una fórmula popular entre algunos políticos tras el éxito del magnate en Estados Unidos”.


Fernando Haddad, candidato a la Presidencia de Brasil por el Partido de los Trabajadores (PT) en las recientes elecciones, anunciaba el pasado miércoles que su formación estudiaría denunciar ante los tribunales a WhatsApp por la difusión de noticias falsas durante las elecciones. Según Haddad, el PT presentaría la acción judicial en Estados Unidos, país donde WhatsApp tiene su sede, para que “allá rinda cuentas de lo que hizo aquí”. “Nosotros pretendemos explorar la posibilidad de entrar con una acción judicial contra WhatsApp en la sede de la empresa, para que allí rinda cuentas de lo que hizo aquí, desconociendo la jurisdicción de las autoridades brasileñas” afirmó Haddad. El objetivo, según el excandidato presidencial, es forzar a la empresa a aclarar cómo la aplicación fue utilizada en Brasil para la propagación masiva de noticias falsas durante el período electoral. Según Haddad, los dirigentes de la empresa en Brasil se han negado a abrir los datos para explicar la propagación de mensajes falsos en la última semana de la primera vuelta. “Queremos saber quién ha contratado, cuántos mensajes se han propagado y para engañar a quién”, precisó. Haddad perdió las elecciones para la Presidencia de Brasil durante la segunda vuelta en la que salió victorioso el ultraderechista Jair Bolsonaro con el 55% de los sufragios, once puntos más que el progresista.



“La Casa de Papel” se ha convertido en la primera serie española en recibir un Emmy Internacional. La ficción, creada por Álex Pina, recibió el galardón, en la categoría de Mejor Drama, en la 46º ceremonia de Los Premios Emmy Internacional, celebrada en Nueva York. La serie original de Atresmedia, que actualmente emite Netflix, se enfrentaba a la aclamada serie de Amazon India, Inside Edge. Sus otros dos competidores eran la ficción británica “Urban Myths” y la brasileña “Uno contra todos”, cuyo actor principal, Júlio Andrade, fue nominado a los Premios Platino. “La casa de papel” tiene entre sus fans al mismísimo Stephen King. “Si te gustan [las historias de] atracos, te va a encantar esto. Es una bomba. En español, con subtítulos en inglés o doblada”, ha tuiteado el célebre escritor de terror para sus más de 5 millones de seguidores. La serie recibió el pasado mes de junio el premio a mejor serie dramática en el Festival de Televisión de Montecarlo y el premio Fénix a Mejor Serie. “La Casa de Papel” también fue elegida Mejor Serie Española y Premio Especial del Público en el Festival Internacional de Luchón (Francia). Recibió el Premio Iris a Mejor Guión, el premio Fotogramas de Plata como Mejor Serie Española y el premio del Festival MiM Series a la Mejor Dirección. El partido de Pablo Iglesias celebró el Emmy Internacional, pero también el “rescate del cántico antifascista Bella Ciao”Las fotomontajes y las imágenes más sorprendentes de esta semana:

May acepta ceder Gibraltar a cambio de Magaluf. (De El Jueves)

Sesión de control en el Congreso. @Aquel Coche

Lo de Borrell está siendo sometido al VAR...


Rokambol News publica que el PP y Ciudadanos aceptan condenar el Franquismo si también se condena el Racionalismo, la Hermenéutica, el Platonismo y el jazz. “Además del Comunismo y el Realismo volitivo”, han recordado al unísono Rivera y Casado.


¿Por qué Albert Rivera no se atreve a decir que Vox es extrema derecha? Twitter analiza los motivos httpswww.publico.estremending





El humor, en la prensa de esta semana: J.R. Mora, El Roto, Peridis, Pat, Manel F., Vergara, Javirroyo, Acacio, Pedripol, Vergara…
















Pep Roig, desde Mallorca: Por encargo y a medida, Hecho el descuento, hecha la trampa, Conduzca por la derecha, El país de “para mí y los míos”, Pero ¿esto qué es?, No se rían, por favor…






Los vídeos de esta semana: Rifirrafe entre Borrell y Rufián que provoca la expulsión del portavoz de ERC Este es un cortometraje basado en el histórico anuncio de compresas que decía “soy tu menstruación”, y que forma parte de la campaña del Gobierno de Cantabria para el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer, que se celebra el 25 de noviembre. Yolanda Domínguez, autora del proyecto audiovisual, señala que su objetivo es “recordar que eliminando nuestros comportamientos machistas podremos tener relaciones más sanas con nosotros mismos y con los demás”. Hola, soy tu machismo . Polònia - Polònia - 22/11/2018 LATE MOTIV - Monólogo de Andreu Buenafuente. “20 N” | #LateMotiv463 SINFONIA (Simon Brethé) – UFMG
