Una anecdota de pesca

Hace unas semanas Isa y yo decidimos ir a por siluros para pasar la tarde ya que la teniamos libre los dos y teniamos muchas ganas de vernoslas con ellos. Al poco de empezar tuve la primera picada de uno bastante bueno, que tras una pelea bastante divertida me pude hacer con él.
Tras soltarle seguimos haciendo pitching por las orillas con nuestras ondulantes, cuando de repente, nada mas caer la mia al agua y hundir un pelin, de la picada que me dió, me arranco la caña de las manos, no me lo creia, habia salido volando hacia adelante y vi como se hundia. En nada y menos, no se ni como reaccioné, pero me tire del pato en plancha a por ella y logre cogerla. Al eschuchar mi caida al agua, el animal paso muy rapido por debajo de Isa en direccion al cauce y como no, yo detrás suya.
Isa cogio mi pato para que no se lo llevara la corriente y mi gorra que no se ni donde acabaria, y yo mientras intentaba llegar al pato pero a la vez intentaba evitar que el siluro se metiera entre palos y tras unos pocos arrastrones lo logró y logicamente rompió la linea como si nada.
Me quede flipando, yo que me veia ya sin mi Bloody y mi Phantom y no se como pude reaccionar tan rapido y evitar la perdida, pero más me sorprendió que me la quitara de las manos cuando yo soy el primero al que le dicen que un pez te ha quitado las caña de las manos y se rie. Al final se queda todo en una anecdota de las que no se olvidan.