Revista Regiones del Mundo

Una aventura inolvidable en plena selva amazónica

Por Ahí Vamos Blog De Viajes Sergio Patrone @ahivamos_ok

Sumergirse en la exuberante selva amazónica es una experiencia que despierta los sentidos y alimenta el alma. En nuestro reciente viaje a Perú, tuvimos el privilegio de explorar esta maravilla natural desde el acogedor Heliconia Amazon River Lodge. Desde el momento en que llegamos al aeropuerto de Iquitos, sabíamos que estábamos a punto de embarcarnos en un viaje inolvidable.

De hecho, lo que motivó nuestro viaje a Perú fue el casamiento de un amigo que vive en Lima. Entonces nos pareció una excelente oportunidad para hacer un viaje gastronómico por Lima y un viaje al amazonas que tenga el equilibrio perfecto entre aventura y relax. Ya estamos grandes y cuarentones, preferimos los hoteles cómodos con piscina y no tanto los hostels.

No fue fácil planificarlo, pero pudimos y aquí compartimos la información.

¿Cómo llegar a Iquitos desde Lima?

Desde Buenos Aires, la forma de llegar es con un vuelo de Buenos Aires a Lima y de allí a Iquitos. Se puede hacer una escala de algunas horas en el aeropuerto Jorge Chavez, pero nosotros pasamos unos días en Lima por el casamiento.

La mejor tarifa la conseguimos con Sky Airlines. Tanto para el vuelo de Buenos Aires-Lima ida y vuelta, como el vuelo ida y vuelta Lima-Iquitos.

Pero como dicen, lo barato sale caro… El último día en Iquitos, el peor de todo viaje, el último día cuando había que volver a Lima para volver a casa, Sky nos canceló el vuelvo de vuelta. Estuvimos horas en el aeropuerto sin saber qué iba a ser de nosotros. Así como contamos lo malo, también les contamos lo bueno. En el mostrador, el personal de la aerolínea atendió caso por caso y a quienes podían volver a Lima al día siguiente les pagaron una noche en el hotel Victoria Regia, con traslado incluido.

A quienes como nosotros teníamos que volver a Lima sí o sí porque sino perdíamos la vuelta a Buenos Aires nos reubicaron en un vuelo de Latam para ese mismo día.

¿Cuántos días se necesitan en Iquitos?

Les recomendamos pasar solo un día en Iquitos. En nuestro caso lo usamos para hacer base. El día que llegamos, el vuelo de Lima a Iquitos había salido de lima a las 4.45am y llegamos a las 6 am. Esa noche dormimos super mal así que necesitábamos un día para relajarnos antes de ir a la selva.

Ese primer día fue super tranquilo. Llegamos al hotel gracias al transfer del hotel Victoria Regia, desayunamos y nos fuimos a acostar hasta la tarde. Luego, fuimos a la plaza de Iquitos y a caminar por el malecón.

Para cenar, elegimos ir a La Casa de Fierro, una casona tradicional construida en el año 1887 por Gustav Eiffel.

¿Dónde alojarse en Iquitos?

Nuestra aventura en la magia de la Amazonía peruana comenzó en el encantador Hotel Victoria Regia, ubicado en el corazón de la caótica Iquitos. Este oasis de elegancia colonial ofrece a los viajeros una experiencia tranquila, donde la comodidad se fusiona con la autenticidad de la selva amazónica.

Las habitaciones son espaciosas, de estilo moderno y muy equipadas. Ofrecen un refugio de silencio y tranquilidad, muy necesario después del vuelo nocturno.

El Hotel Victoria Regia brinda una variedad de servicios y comodidades para satisfacer a sus huéspedes. Con la estadía el hotel incluye un servicio de transfer al aeropuerto. Cuenta con rooftop con piscina al aire libre y bar, y también con desayuno buffet en su restaurante Siete Puertas. Recomendamos mucho la comida del restaurant.

¿Cuántos días conviene ir al Amazonas?

Cuando se nos ocurrió ir al Amazonas, queríamos hacer un viaje que no fuera muy agitado. Ccomo dijimos al principio, buscábamos una experiencia que combine relax y aventura.

Hay paquetes armados al amazonas que van de 2 a 5 días. Pero nosotros teníamos tiempo por lo que, en principio, elegimos un paquete de 4 días y 3 noches. Lo recomendamos mucho, la selva es una experiencia única. De hecho, nos gustó tanto la selva y el hotel Heliconia Lodge que pedimos extender la estadía un día más.

En principio habíamos contratado dos noches en Iquitos para la vuelta del Amazonas, pero nos pareció que iba a ser mejor pasar el día en la selva y no en Iquitos. Los hoteles Victoria Regia y Heliconia Lodge son parte del mismo grupo, por lo que fue muy fácil coordinar las estadías entre Iquitos y el Amazonas.

¿Cuándo es la temporada de lluvias en Iquitos?

La temporada de lluvias en Iquitos, al igual que en gran parte de la región amazónica, suele abarcar los meses de diciembre a mayo. Durante este período, las precipitaciones son más frecuentes y abundantes, lo que puede resultar en un aumento del nivel de los ríos y en un clima más húmedo y caluroso.

Estuvimos en Iquitos y en la selva en enero de 2024, plena época de lluvias. Sabíamos que era así, pero decidimos arriesgarnos y no nos equivocamos.

La selva es húmeda y hace calor todo el año, de hecho cuando nosotros estuvimos el calor era muy intenso. Sin embargo, tengan en cuenta que enero es temporada baja, la temporada alta es de mayo a octubre, la época en la que va el turismo europeo. Esa es la temporada seca, pero el calor puede ascender a los 42 grados!

En cuando a las lluvias, solo nos tocó una tarde de lluvia intensa, la temperatura se mantuvo agradable ese día y les aseguramos que estar bajo techo, con un cafecito en la mano mientras miramos y escuchamos la tormenta en el lobby del Heliconia Lodge con vista al Río Amazonas fue muy relajante, lo que necesitábamos en este viaje.

Heliconia River Amazon Lodge

A la mañana siguiente de llegar a Iquitos, desayunamos tempranito y tomamos el transfer que nos lleva con un contingente al puerto de Iquitos. Nuestra primera impresión de la Amazonía peruana comenzó con un emocionante paseo en bote por el majestuoso Río Amazonas. Durante el trayecto, contemplamos la fascinante convergencia de aguas en la «Boda de los ríos», donde el Río Nanay se une al Amazonas.

La primera parada es la Isla de los Monos. La estrella es el Mono Choro, una especie de mono pequeño de cola larga, que son rescatados de la ciudad porque muchas personas se lo quedan como mascotas o para enseñarles a robar. Al estar habituados a la gente, estos monos se nos suben encima, comen arriba nuestro y nos usan para saltar a los arboles. Aquí, tuvimos la oportunidad de conocer de cerca el trabajo de conservación de especies en peligro de extinción y presenciar cómo los monos son reintegrados a su hábitat natural.

Continuamos la navegación y llegamos al Heliconia Lodge, nuestro hogar en la selva por los próximos días. Al llegar fuimos recibidos con una refrescante bebida de frutas exóticas, una pequeña muestra de la riqueza gastronómica de la región. Las habitaciones, cómodas y acogedoras. Cuentan con ventilador de techo y baño completo. Además, la habitación tiene una sala con un ventanal que da a la selva y en el medio hay una hamaca hawaiana. Soñado.

El detalle que hizo la diferencia cuando nos decidimos por el Heliconia Lodge es la piscina. Cuando buscaba alojamiento en la selva, no encontraba opciones con piscina. Sabíamos que iba a hacer calor y nuestra ilusión era relajarnos y disfrutar de una cerveza Cusqueña helada en la piscina en el medio de la selva.

Hay que aclarar unas cuestiones importantes. En la selva no hay electricidad las 24hs, no hay aire acondicionado y no hay agua caliente. A diferencia de la mayoría de los alojamientos en la selva, el Heliconia Lodge tiene wifi. Lo que sí hay son bichos! Y muchos. Es la selva, no esperen nada distinto y tengan mucho cuidado por donde caminan y no se apoyen en ningún lado, en los techos y barandas hay tarántulas, los puede picar una hormiga isula o, aún peor, una hormiga bala y la pueden pasar muy mal.

Nuestros días en el lodge estuvieron llenos de aventuras y descubrimientos. Los guías del Heliconia Lodge organizan caminatas por la selva de día y de noche en donde aprendemos sobre las distintas especies de arboles y plantas medicinales. A medida que avanzamos se nos agudiza la vista y vemos mariposas de todos colores e insectos de todo tipo, casi todos venenosos. Es por esto que el guía hace hincapié en no apoyarse sobre ninguna rama.

En la primera caminata de día por la selva, vemos un grupito de ranas diminutas de cuerpo rojo y patas azules. Nos acercamos a sacar fotos mientras el guía nos explica que estas ranas son los animales más venenosos del mundo. Si te toca, te envenena y la muerte es casi instantánea. Apenas escuchamos eso nos alejamos. Sergio confiado le dice al guía que seguramente hay un antídoto. La respuesta fue «no, en el hospital solo hay antídotos para serpientes. Si los toca esta rana no podemos hacer nada». Ok, mejor sigamos el recorrido.

A los pocos metros, Sergio sin querer pisa una serpiente negra muy finita que por suerte logra escapar de la pisada y se mete en un agujero en la tierra. Avisamos al guía y nos dice que esa especie era muy venenosa. Agradecemos que el hotel nos da botas de lluvia para salir a la selva, no solo nos protegen del lodo, nos salvan la vida en caso de pisar una serpiente.

Las caminatas nocturnas nos permitieron adentrarnos en un mundo completamente diferente, donde los sonidos de la selva cobraban vida bajo la luz de la luna y las estrellas. La primer noche vimos muchísimas luciérnagas, eran cinco veces más grandes y luminosas que las que podemos encontrar en el campo en Buenos Aires. Cuando nos fuimos a dormir las podíamos ver desde el ventanal de la hamaca de la habitación. Lo que más nos sorprendió es el volumen del ruido de los animales y los insectos por la noche. A los que tienen sueño liviano, les puede parecer aturdidor. Nosotros dormimos bien, pero tuvimos muchos sueños raros y creemos que fue por todo el ruido ambiente.

Además de las caminatas guiadas, tuvimos salidas para navegar por el Amazonas. Fuimos a pescar pirañas, salimos a hacer observación de aves al amanecer y a buscar a los delfines rosados. Nos regalaron vistas impresionantes de especies únicas.

Otro punto fuerte del Heliconia Lodge es la gastronomía. En la tarifa están incluidas todas las comidas: desayuno buffet, almuerzo buffet y cena buffet! Todo BUFFET, nuestra palabra favorita cuando estamos de vacaciones. En el almuerzo y la cena se van alternando platos típicos de la selva, como la cecina, dorado y ensalada de chonta.

A medida que nos despedíamos del Heliconia River Amazon Lodge y nos dirigíamos de regreso a casa, llevábamos con nosotros recuerdos que atesoraríamos para siempre. Nuestro tiempo en la selva había sido una experiencia transformadora, una inmersión en la belleza y la vitalidad de uno de los ecosistemas más increíbles del mundo. Sin duda, volveremos algún día para continuar explorando los misterios de la Amazonía peruana.

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