¡Por fin! Después de tantos nervios y de tanta emoción acumulada me dispongo a contaros como fue la que hasta el momento ha sido una de las mejores fiestas que hemos preparado, la baby shower de la espectacular Sara Carbonero.
Todas las celebraciones son especiales, pero las baby shower quizás tienen un encanto particular, ya que el homenaje se realiza siempre por partida doble... Por un lado se celebra el inminente nacimiento del bebe que está a punto de llegar, pero también se enfoca hacia la mamá ilusionada que espera impaciente el momento tan bonito que está a punto de suceder.
Así qué cuando nos dijeron que nos pusiéramos manos a la obra a preparar todo, teníamos claro que tenía que ser una temática delicada y tierna, pero a la vez evitando el lado cursi y ñoño que a veces se les otorga a esta clase de celebraciones. Quien siga un poco la trayectoria de Sara sabe que es una chica con muchísima personalidad y auténtica, así que nos pareció buena idea salirnos un poco de los colores habituales y basar la fiesta en tonos tostados, aportando unas pinceladas de suavidad con el celeste e incluyendo el rojo en los detalles para dar un toque de fuerza y alegría. Respecto a la temática, lo teníamos claro, el futuro peque estaría representado en un osote aviador que está en camino después de 9 maravillosos meses de viaje.
Una vez decidida la temática teníamos que poner en marcha el diseño de todos los elementos, pero lo principal era elaborar unas invitaciones chulas para convocar a todas las invitadas. Como os decía anteriormente queríamos jugar con el concepto de viaje, así que nada mejor que enviar unos billetes de avión con el nombre de cada pasajera, destino y zona de embarque.
Lo siguiente sería crear un fondo para la mesa de dulces que le diera muchísimo protagonismo a la temática escogida, así que sobre un soporte de 3 metros cuadrados jugamos con mapas, brújulas y por supuesto nuestro oso aviador.
A María le tocaba su turno con toda la parte dulce y como un pajarito muy cercano a Sara nos había dicho que es una apasionada del chocolate y de la vainilla, fueron ingredientes que estuvieron muy presentes en toda la fiesta.
Cookies, molinillos de hojaldre, cupcakes del famoso bizcocho Red velvet con toppers de galleta, cake pops, berlinas, chocolatinas y un bundt espectacular. También quisimos agasajarla con unos deliciosos aviones de brownie de chocolate, que tal y como ella contó en su post es uno de sus preferidos.
Creímos que sería gracioso realizar unas galletas con forma de carta postal con dulces mensajes para ella. "Mamá te está esperando", "Bienvenido mi bebé" o "Deseando que llegues" fueron algunas de las frases escogidas... y nada menos que un buzón de lo más vintage para colocarlas y darte un toque retro que queríamos conseguir.
Por supuesto, no podía faltar coronando la mesa, una maravillosa tarta nube que dejó con la boca abierta a más de una invitada y a Sara que no dudó en fotografiarse con ella e incluso llevársela de recuerdo.
Y por último un córner con un montón de chuches para las más golosas, que es algo que sabemos que nunca falla...
Otro de los rinconcitos que preparamos fue el de las bebidas, que en este caso debían ser sin alcohol, así que hicimos una rica limonada y batidos de chocolate para las que quisieran continuar con el dulce.
Somos tan maniáticas de los detalles que incluso llegamos a personalizar las botellas de Coca cola con los colores de la fiesta... ¿A que sí? ¿A que estamos un poco locas? ¿Pero y lo monas que quedaron?
Pero no todo iba a ser dulce, así que tomamos prestada una preciosa camarera con aires antiguos y dispusimos todos los salados en ella.
A parte de preparar una merienda en toda regla como podéis comprobar, pensamos que sería divertido planear alguna actividad para que estuvieran entretenidas. Así que nada mejor que personalizar bodies y baberos al gusto de cada una para pasar un buen rato y que Sara y su bebé tuvieran el día de mañana un grato recuerdo de cada una de sus "tías". Pajaritas, mini corbatas, tirantes, fieltros y botones fueron algunos de los materiales que utilizaron, y cada una plasmó su creatividad con ocurrentes mensajes.
Como fueron todas muy mañosas y trabajadoras, tuvieron su pequeña recompensa, porque ellas también se merecían un regalito... Unas pequeñas maletas kraft con unas libretas personalizadas en su interior para que a partir de ahora apunten todos los caprichillos que le van a dar al bebé.
En ninguna fiesta puede faltar el momento emotivo, y en este caso llegó de la mano de un precioso vídeo elaborado con un montón de fotografías que las chicas nos fueron proporcionando y sacando del baúl de los recuerdos. Imágenes que se sucedían una tras otra acompañadas de tiernas palabras, que daban lugar a suspiros de emoción, melancolía y también risas, muchas risas. Siempre es bonito echar la vista atrás y ver que aquellas amigas con las que compartía sus primeros momentos, las primeras fotos los primeros cumpleaños y las primeras aventuras, estaban de nuevo una vez más a su lado compartiendo esta espera dulce y tan deseada.
El video ocasionó alguna que otra lagrimilla... y es que en un momento tan especial en el que logras reunir un montón de personas a las que quieres, la sensibilidad está a flor de piel. Demasiadas sorpresas y emociones en un día muy especial que recordará siempre.
Así que para acabar la fiesta de forma animada había que secarse los ojos, pintarse el morrete, ponerse un sombrero divertido y empezar a hacerse un montón de fotos geniales para el día de mañana volverse a juntar y recordar todo lo ocurrido.
La verdad es que María y yo pasamos muchos nervios, es mucha responsabilidad lograr que todo salga bien y que todo guste de la manera que pretendíamos... pero la verdad es que disfrutamos como enanas preparando cada detalle. Conseguimos sentirnos como si fuéramos dos amigas más y la verdad es que tanto Sara como el resto de chicas nos lo pusieron muy, pero que muy fácil para lograrlo.
Nos hemos sentido muy afortunadas por haber podido aportar nuestro granito de arena en esta fiesta, que estoy segura que siempre se recordará con muchísimo cariño. No tenemos palabras posibles de agradecimiento a Alicia por todo lo que ha hecho por nosotras, dejarnos entrar en su casa y cambiarle de sitio todos los muebles, invadirle la cocina con millones de dulces, lograr concentrar a un montón de amigas que venían de diferentes lugares y sobre todo hacer de gancho para que Sara no sospechara nada de lo que se le venía encima... Una vez más, millones de gracias!!!
Gracias también a Marga Meliá por esas manos maravillosas y esa dulzura innata que ella tiene, y por aceptar sin ni siquiera preguntar lo que a priori parecía una pequeña gran locura.
Y respecto a ella... decir que Sara Carbonero, es mucha Sara Carbonero... cercana, sencilla, atenta, super agradable y por supuesto guapísima!! Nos llevamos de recuerdo unas cuantas horas compartidas y algunas fotos con ella, pero como las comparaciones son odiosas, nos las guardamos para nosotras, para poder enseñarlas a nuestros nietos cuando algún día les contemos llenas de orgullo que preparamos la fiesta más esperada del año.