Marta, contactó conmigo a 1 mes de su boda, me comentó que el lugar en el que se casaba era muy especial y que mejor que fuese a verlo. Quedamos un domingo de finales de verano, un día precioso de mucho calor y me quedé con la boca abierta!! El lugar elegido por ellos era una villa en la que habían residido estudiantes hace mucho tiempo y que Adela, la madre de Marta, se había encargado de cuidar a lo largo de muchísimos años.
A Marta le hacía especial ilusión casarse allí por la vinculación que ese lugar tenía con ella desde su infancia.La casa tenía un jardín espectacular, lleno de hortensias, árboles centenarios y además tenía una zona cubierta imprescindible para las bodas del norte, ya que en cualquier momento puede empezar a llover.Adela una mujer infatigable e incansable que con su energía nos dejaba dobladas a Marta y a mí era pura emoción y energía, quería que su niña tuviera la boda de sus sueños. Cualquier cosa que le pedíamos era un sí rotundo, todo le parecía bien. Entramos en la casa y Marta y yo no hacíamos más que decir… y mira esto…ay y mira esto otro, pero por dios y ¿estas sillas? las tenemos que utilizar sí o sí y estos cojines??? y estos jarrones??? lo queríamos T-O-D-O
Adela, iba tomando nota mentalmente de todos nuestros comentarios y ella no hacía más que decirnos, no os preocupéis, esto os lo bajo yo, esto os lo busco, aquello os lo limpio, etc… vamos que sin ella esta boda no hubiera sido posible…
Marta llegó en un mini antiguo.
Foto de David Rascón
Momento de la ceremonia.
Foto de David Rascón
Detalle del ramo, realizado por Floristería Baigorri.
Foto de David Rascón
Decoración de entrada a la iglesia
Vista general de los invitados en la iglesia
Entrada principal a la iglesia |
Decoración de las sillas de los novios
Mini-bouquets para decorar los umbrales de las puertas de acceso
Detalle de la decoración de la iglesia
Bisous,Leire