Eso les permite crear ceremonias totalmente personalizadas y mucho más emotivas que las que tienen valor legal, además de poder llevar a cabo todo, ceremonia y banquete en el mismo recinto.
Y para llevar a cabo este tipo de ceremonias hacer falta alguien que las celebre. Normalmente se suele recurrir a un oficiante profesional, aunque hay parejas que prefieren que lo haga alguien cercano.
Por si vosotros preferís contar con algún amigo o familiar, a continuación encontraréis algunos consejos para elegir a un oficiante amateur y conseguir que la ceremonia sea perfecta.
La elección
Elegid a alguien con quien os sintáis cómodos y del que estéis seguros que hará un buen papel. Lo ideal es buscar a una persona que no tenga miedo de hablar en público, que se exprese con claridad, que tenga carisma y con un cierto sentido del humor.
Pensad en dos o tres personas, por si el primero que elijáis no puede ejercer de oficiante por el motivo que sea. Tener un reserva en el banquillo es una buena idea que os dará tranquilidad.
A quién pedírselo
Si vais a pedirle a alguien de confianza que ejerza como oficiante en vuestra boda es importante que os cercioréis de que realmente le apetece y no lo hace por compromiso. Hay personas a las que les aterra hablar en público, pero que harían lo que fuese por agradar a personas a quien aprecian, más aún si se trata de su boda. Y es un error, porque la persona elegida como oficiante pasará un mal trago y vosotros con él (o ella) al verle tan nervioso; por no hablar de que el resultado final de la ceremonia puede no ser todo lo bueno que esperáis.
Si no encontráis a nadie adecuado para que haga de maestro de ceremonias, mi consejo es que no os conforméis con cualquiera por ahorrar unos euros o salir del paso. Escoger al primo segundo del pueblo, que no ha cumplido los 18, que se jacta de no haber leído ni siquiera cuentos infantiles y cuya máxima aspiración es ser estrella de un reality, porque no habéis encontrado a otra persona más adecuada para oficiar la ceremonia... es muy mala elección, creedme. Aunque la ceremonia simbólica no tiene valor legal, sí que lo tiene a nivel emocional, por lo que conviene acertar con la persona que escojáis como oficiante para que todo salga perfecto. Ante la duda, es mejor contratar a un maestro de ceremonias profesional.
El diseño de la ceremonia
Sentaos con el maestro de ceremonias elegido y explicadle cómo queréis que sea la boda y qué esperáis de él o ella. La comunicación es muy importante en este caso.
Mi consejo es que no dejéis todo el diseño de la ceremonia en manos del oficiante, ya sea amateur o profesional. Es importante que el guión de la misma tenga vuestro visto bueno, o al menos su base. Quizás seais una de esas parejas a las que os gustan las sorpresas, pero en este caso os recomiendo que sean las menos. Podéis establecer una base con el maestro de ceremonias y luego permitirle cierta libertad en algunos puntos.
Os sugiero que le indiquéis a quien ejerza de oficiante lo que queréis que se lea durante la ceremonia y también lo de que no os agradaría que se hablase en ningún caso. Puede que no queráis bromas privadas, menciones acerca de temas del pasado o que se hable de personas que ya no están con vosotros, así que es importante dejarlo bien claro con anterioridad.
El guión
El guión de la ceremonia debería contener: la bienvenida a los invitados, la presentación de la ceremonia, la ceremonia en sí, la intervencion de amigos y familiares, la intervención de la pareja, el momento cumbre con el consentimiento o el ritual elegido, la enhorabuena a la nueva pareja, el agradecimiento a los invitados y la despedida.
Si el encargado de redactar el guión de la ceremonia va a ser el maestro de ceremonias novato, os recomiendo que os pase el borrador para que le deis el visto bueno. Así no os encontraréis con nada que no os guste.
Podéis sugerirle al oficiante que se prepare el guión con una tipografía grande y bien legible, para que pueda leer el texto sin problemas. También puede hacer anotaciones en el texto acerca de cuándo hacer una pausa, cuándo subir el tono, cuándo entra la música, cuándo intervienen otras personas, etc. Los cambios de color o los marcadores de color son muy útiles en estos casos.
El guión, siempre mejor en papel, porque si se lleva en un dispositivo móvil puede ser que haya dificultades técnicas y no pueda acceder a él, con el consiguiente desastre. Recuerdo a una persona intentando leer en la pantalla de su smartphone en la boda de su hermano, con la luz dando de lleno en la pantalla y sin sus gafas de cerca... menos mal que llevaba el texto también en papel en su bolso.
La coordinación
Es necesario que el maestro de ceremonias sepa qué personas van a intervenir durante la ceremonia y cuándo van a hacerlo. De ese modo todo será mucho más fluido. Lo ideal es que hablen antes de la boda para ponerse de acuerdo en sus intervenciones. Debería tener ubicadas a esas personas en el lugar de la ceremonia para poderles dar paso dirigiéndose a ellos directamente.
No está de más que se coordinen la persona que haga de enlace del espacio donde se celebre la ceremonia y el maestro de ceremonias. Al menos deben conocerse con antelación y perfilar todos los detalles en conjunto.
También es conveniente que el oficiante y el DJ o el grupo musical que amenice la ceremonia se pongan de acuerdo, para que puedan coordinarse. Colocar en el guión cuándo sonará la música y qué temas serán es muy útil para la persona que dirija la ceremonia.
El equipo de sonido
Es muy probable que sea necesario un equipo de sonido, micro y altavoces, durante la ceremonia. Como la mayor parte de las personas no han tenido contacto con este tipo de elementos, es aconsejable que llegue con tiempo suficiente para ponerse al día con el funcionamiento del equipo.
Normalmente los espacios en los que se celebran ceremonias simbólicas suelen tener equipo de sonido disponible, si no es así, tendréis que alquilarlo vosotros o solicitarlo al DJ o al coordinador del espacio como servicio extra. Consultad con tiempo si tienen micro y altavoces, para no encontraros sin sonido el día de la boda. En la mayoría de las bodas de exterior y en las que tienen un número elevado de invitados es algo imprescindible.
El espacio
Es aconsejable que la persona que vaya a oficiar la ceremonia visite previamente el lugar donde celebraréis la ceremonia, para que conozca el lugar, sepa dónde estará ubicado todo y pueda visualizarse allí ese día. Es algo que hacen los profesionales, por algo será.
El ensayo
Procurad reservar un día para ensayar la ceremonia con el oficiante, así todos estaréis mucho más tranquilos el día de la boda. Podréis familiarizaros con el lugar y con el guión, puliendo los detalles que no queden a vuestro gusto.
Más consejos...
Perdonadle a quien oficie la boda si le tiembla un poco la voz o se le escapa alguna lagrimita. Cuando se trata de una ceremonia, no es lo mismo encararla como profesional, que como familiar o amigo de la pareja que se casa. Incluso es algo que le dará un toque especial y emotivo a la boda.
Y, por último, os recomiendo que le agradezcáis su intervención a la persona que ha ejercido de maestro de ceremonias de palabra... y de obra. Un detalle bonito y con significado es casi imprescindible en este caso.
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La primera vez que apareció el artículo Una Boda con un Maestro de Ceremonias Amateur fue en el blog de ¿Quién Dijo boda?
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