...Y pasaron 45 días y una Bogotá de "vientos" y "sones" hará una pausa para mí.
Entre librerías, cafés y calles "con luz de patio", pudieron aterrizar y sonreír los Litchis...
Ahora viene el regreso al otoño parisino. Retomar el curso de la novela "bogotana" (que está anclada en la página 59...), seguir con la Tesis (Bolaño y Rancière) y ver clase con Agamben en París 8...
Quizá este año haya menos cine y más teatro.
Quizá se termine el segundo libro de cuentos...
Han sido días con flores en esta Bogotá de agosto y septiembre! Venía muy escéptico esta vez, pero los afectos, viejos y nuevos, me reencontraron con una imagen inédita de Bogotá y de mí mismo (lo que termina siendo casi lo mismo)...Me iré leyendo al gran poeta (y amigo) "minimalista" Álvaro Rodríguez:
"A la espera del recuerdo
La tarde llega muy lejos;
los árboles matizan con su presencia
la vastedad de estos campos.
En silencio que no muere
el sol conduce la luz hacia el ocaso.
Con irreemplazable nostalgia
cada semana acudo a este parque,
solo o acompañado por las imágenes
de algunos de los míos
que me precedieron en la sangre:
mis padres, los abuelos, varios tíos.
sombras queridas,
gente para mí ya legendaria".