Que levante la mano quien haya abandonado alguna vez una compañía por estar descontento con la atención al cliente.
Seguramente, más de uno alzaría la mano.
La principal razón de abandono de un producto, servicio o marca, es la mala gestión del departamento de atención al cliente. Desatender las personas que nos pueden comprar o ya han comprado, enviarles de forma masiva correo no deseado, entre otras prácticas, son frecuentes en algunas empresas obcecadas en vender, olvidando que tratan con personas.
Una buena atención es determinante a la hora de vender y es la clave a la hora de fidelizar el cliente.
El pasado fin de semana un grupo de amigos fuimos a cenar a un restaurante. Un lugar recomendado por ofrecer una carta variada y de calidad. Todo transcurría con normalidad hasta que nos dimos cuenta que faltaba un plato por servir. Lo comunicamos amablemente a la camarera y cuál fue nuestra sorpresa cuando ésta dudó de que fuera así. Pero todo no acabó aquí, nadie se disculpó por el error y la espera que implicó.
Los platos gustaron a todos, pero el trato al cliente dejó tanto que desear, que la conclusión de todos fue: “aquí no volvemos”.
Esta anécdota es sólo un ejemplo de la importancia que tiene preocuparse por ofrecer un producto o servicio de calidad sin descuidar la atención al cliente ¡Cuídalo! Una mala gestión de tu cliente hará que éste prescinda de ti, por muy buena que sea tu oferta. En cambio, una atención al cliente excelente suple algunas carencias de una oferta de inferior calidad.
¡Mima al consumidor! Un cliente contento, que se sienta atendido, es un cliente fiel que no tendrá más remedio que recomendarte allá donde vaya.
¡Mejora tu marca!