Esquimal: Si no supiera quién es Dios ni lo que es el pecado, ¿iría al infierno?
Cura: No, no iría si ese fuera el caso.
Esquimal: Entonces, ¿por qué me lo ha contado?
(Annie Dillard)
¿Quién no conoce a Anne Rice? El sonado comienzo de su saga vampírica, Entrevista con el vampiro, se convirtió en best-seller a mediados de los años noventa gracias a la película basada en dicho libro y de cuyo guión ella también fue la autora. No obstante, la novela es de 1973.
Interesada en los vampiros y en la brujería desde niña, siempre estuvo muy orgullosa de su ateísmo hasta que, en 1998 y para sorpresa de todo el mundo, se convirtió al cristianismo y declaró en la revista Newsweek que a partir de ahora “solo escribiré sobre Jesús, nuestro señor”. Además, añadió, si alguien le dijera que no fuese tonta, que se va a arruinar, ella respondería que “sería una tonta para toda la eternidad por haberle dado la espalda a mi Señor”. Rice llegó incluso a escribir una autobiografía acerca de su redención espiritual.
No obstante, a finales de julio de este año, Rice ha decidido abandonar el cristianismo y estas son las razones que ha esgrimido para la revista The Advocate:
Para quien le importe, y comprendo perfectamente que hay a quien no, dejo de ser cristiana. Estoy fuera. En nombre de Cristo, me niego a ser antigay. Me niego a ser antifeminista. Me niego a ser anti-métodos anticonceptivos. Me niego a ser antidemócrata. Me niego a ser antihumanista laica. Me niego a ser anticiencia. Me niego a ser antivida. En el nombre de Cristo, dejo el cristianismo y de ser cristiana. Encuentro sencillamente imposible “formar parte” de este infame grupo pendenciero, hostil y belicoso. Lo he intentado durante diez años. No he sido capaz. Soy una intrusa allí. Mi conciencia no me lo permite.
¡Bienvenida al club, Anne!¿Y tú? ¿Has apostatado ya?