Ayer vi a una paciente de 40 años con lesiones rojizas en la piel desde hacía 2 años que empeoraban con el sol. La habíamos realizado una biopsia y la diagnosticamos de lupus eritematoso.
Como sabéis el lupus es una enfermedad autoinmune, es decir, que la produce nuestro propio sistema inmunológico. Se manifiesta en la piel con lesiones rojizas sobre todo en cara, cuello y escote, úlceras en boca, sensibilidad al sol, etc., y en ocasiones existe afectación de otros órganos como las articulaciones, el riñón o el pulmón.
Ayer mi paciente me preguntó: ¿Pero mi lupus está solo en la piel o está en otros órganos? Es una buena pregunta. En estos pacientes siempre pedimos una analítica completa y hacemos una historia clínica minuciosa para descartar afectación extracutánea. Habitualmente mandamos a estos pacientes a que sean valorados por un reumatólogo o un internista.Acaba de publicarse un estudio en JAMA donde estudian la evolución de pacientes con lupus cutáneo y ven que en 8 años solo el 17% de los pacientes evolucionan a lupus sistémico. Y lo más importante de todo es que esta evolución la mayor parte de los casos se hace sin tener síntomas de afectación sistémica. Por ello la conclusión de este estudio es que los pacientes con lupus cutáneo deben ser seguidos estrechamente por sus dermatólogos con pruebas analíticas periódicas para diagnosticar precozmente la evolución a lupus sistémico y poder da medicación adecuada a los pacientes de riesgo. Estudios como este pueden revolucionar el manejo del lupus ya que podremos personalizar el manejo de estos pacientes para así tratar con fármacos los pacientes con lupus cutáneo que presentan riesgo de convertirse en lupus diseminado. La buena noticia es que el lupus eritematoso es un espectro que va desde una enfermedad leve hasta una enfermedad muy grave, pero LA MAYORÍA DE LOS PACIENTES CON LUPUS CUTANEO NO EVOLUCIONAN A LUPUS SISTEMICO.
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