Una buena reunión de amigos

Cuando éramos pequeños soñábamos algún día ser un grupo como el que hoy somos, gente que está unida por la pasión del costal y todo lo relacionado con la Semana Santa.En la noche de ayer la Tertulia Cofrade "Costaleros de la Sangre" ha celebrado su última asamblea del año donde se han vuelto a repasar, entre otros, temas de actualidad así como numerosas propuestas de funcionamiento interno de nuestra cuadrilla de costaleros. Igualmente, no ha faltado ponernos al día de la evolución de nuestro amigo y gran costalero que fue, Manolo Quilín, cuyas noticias parecen ser alentadoras.También hemos repasado el calendario próximo de ensayos y la puesta en común de algunas actuaciones futuras en grupo.En esta ocasión han faltado 2 componentes, mi hermano Antonio y Borrego, con compromisos laborales al alba del día siguiente. Deseando todos sacar ya toda la ropa de costalero, que suene el martillo en los ensayos y disfrutar de nuestros pasos en la calle, hemos brindado en lo que ha sido una buena reunión de amigos.No hay fuerza conocida más grande que la voluntad humana y si la nuestra es estar unidos ante nuestros temas cofrades así como gozar de una buena amistad, el futuro de nuestra cuadrilla pervivirá por mucho tiempo. Gracias amigos.
 El chalet de Juan Marcelo ha sido en esta ocasión la sede de nuestra reunión. Unas buenas tapas en torno a una mesa larga nos ha preparado nuestro amigo para que no faltara detalle alguno.
 Se levantó acta de todo lo expuesto y cada miembro en su turno de palabra pudo proponer sus ideas
 Hubo momentos de risas pero también de escuchar atentamente lo que todo el mundo podía expresar
 En el turno de capataces, mi primo Jose Mari y Pepe dieron su versión desde su posición de control desde "fuera".
 Posteriormente, no podía faltar una copita de celebración en el Hormiguero donde nuestros amigos Manolito y José María nos ofrecieron la estampa de fondo como christmas navideño
Vimos que sigue ocupando un lugar privilegiado el reconocimiento que en su día tuvimos por el trato que siempre se nos dispensa en este local.
En suma, una gran noche cofrade que ha merecido la pena haber vivido y así calentar motores para que nos espera a la vuelta de la esquina.