AUGUSTA, Ga. (AP) – Tiger Woods estaba tratando de encontrar la manera de llegar al green 17 desde más cerca del hoyo 15 cuando la enorme galería que anticipaba su disparo escuchó un gran rugido detrás de ellos que los hizo mirar por encima del hombro.
Rickie Fowler fue responsable de hacer todo ese ruido con un águila en el segundo hoyo.
La tercera ronda de los Maestros acaba de comenzar el sábado. El jugador que tantos fanáticos querían ver estaba a punto de terminar.
Necesitando algo especial incluso para tener esperanza, Woods tuvo que conformarse con lo común.
Unos bogeys descuidados, dos de ellos en par 5s. Algunos pajaritos. Agregó un par de 72 pares, su mejor puntaje de la semana.
“No voy a golpear lo suficientemente cerca. No estoy aprovechando los par 5 y, en consecuencia, una buena ronda es par”, dijo Woods.
Fue decepcionante, claro, pero también sorprendente.
Woods pasó gran parte del swing de la Florida en el PGA Tour reconstruyendo su juego, y su juego de hierro fue particularmente agudo. Y luego en los Maestros, no fue así. Woods dijo que él sabe cuál es el problema, simplemente no puede arreglarlo.
Y ahora es demasiado tarde para que él haga algo al respecto.
Entonces, en lugar de que Woods completara su regreso con una quinta chaqueta verde, tuvo que conformarse con jugar el Masters por primera vez en tres años. Independientemente del puntaje, nadie quería echarlo de menos. Los fanáticos empacaron en Amen Corner y lo celebraron con Woods cuando llegó al green después de dos días de ingresar a Rae’s Creek. Este se instaló a 8 pies de distancia del pin izquierdo.
“Simplemente no pude hacerlo tres días seguidos”, dijo Woods. “Perdí el putt. Pero hey, es mucho más fácil jugar el hoyo desde el green de lo que está cayendo”.
Se pusieron de puntillas, algunos de ellos saltaron en su lugar, para tratar de ver todas las cabezas que se alineaban en la calle 13 para comprobar si su disparo despejaba el afluente frente al green. Lo hizo por poco, excepto que Woods luego lo astilló demasiado cerca del borde y fuera de la parte posterior del green.
No fue un gran golf. Fue simplemente golf por uno de los mejores jugadores.
Woods se aseguró de regresar al top 100 en el mundo, notable solo porque estuvo en el No. 1,199 hace poco más de cuatro meses cuando regresó de otro largo despido después de múltiples cirugías de espalda.
“He tenido cierto éxito en este regreso, y estoy llegando”, dijo Woods. “Ojalá esta semana hubiera sido un poco mejor. Con suerte, mañana puedo rodar algo, llevarme a la par o incluso en números rojos. Creo que será un buen objetivo mañana y espero poder hacerlo”.
Por ahora, todo lo que se puede decir sobre este regreso es que al menos está de regreso.
Woods jugó la tercera ronda con Ian Poulter, no habían jugado juntos en un torneo desde el Bridgestone Invitational en 2011. Poulter dijo que mientras caminaban por la calle 18, le dijo a Woods: “Es bueno volver a verte saludable”.
No fue siempre así.
“Hubiera sido diferente hace 15 años que hoy”, dijo Poulter. “Hubiera estado más nervioso. Hubiera sido más intimidante. Hubiera sido difícil, con su cara de juego”.
Describió que Woods ahora tiene una personalidad más suave, y Poulter no está solo al sentir eso.
Woods tiene 1 menos de una semana en los cuatro pares 5. Pasó un poco por la parte de atrás del green 15 con una cuña, solo hizo astillas hasta la superficie de lanzamiento y falló su par putt. Fue un ejemplo de lo relajado que estuvo su juego durante toda la semana.
“Ha sido irregular esta semana”, dijo. “Simplemente no lo he hecho. Siento que lo manejo mejor que en todo el año, pero no lo capitalizo. Y cuando lo extrañé, me perdí en los lugares equivocados. con mis hierros, justo en el momento equivocado “.
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