Remy desea acabar los estudios para marcharse lejos de casa. Está cansada de ser siempre el paño de lágrimas de su madre, una escritora famosísima de novelas románticas que ya va por su quinta boda.
No extraña, tras tanto romance fallido, que la protagonista no crea en el amor, y esté decidida a no mantener ninguna relación seria. Pero todo cambiará con la llegada de Dexter, un chico abierto, despierto y algo desordenado que pondrá patas arriba la teoría de Remy.
Ella, que era de usar y tirar chicos, quizá un papel que se asocia más a ellos en casi todas las novelas juveniles que he leído, pasa a replantearse su idea del amor gracias a este joven desgarbado que, además, es músico, como el padre de Remy, al que ella nunca conoció y que le dejó como único recuerdo una canción.
Una canción para ti, de Sarah Dessen, es un libro ligero y bien escrito. Más que la trama, que atrapa pero no enamora, destacaría a sus personajes. Para empezar, Remy es una chica fuerte, con las ideas claras, y es Dexter el que aporta ese punto divertido a la acción, el que improvisa en la relación. Los secundarios también me han gustado, ¡menudas las empleadas del salón de belleza/tortura en el que trabaja Remy como recepcionista! Las amigas de la protagonista son asimismo llamativas: qué relación de amistad hay entre esas cuatro tan distintas.
La narración es fluida, y aunque es la protagonista quien cuenta los hechos, se incluyen fragmentos de la nueva novela que escribe su madre. Es como si hubiese dos historias en una, y entre ambas existe cierto paralelismo. Los diálogos también son buenos, ingeniosos. Además de las relaciones de pareja de jóvenes y adultos, también se abordan otros temas, como los malostratos, aunque muy de pasada.
El segundo libro de Dessen no me ha gustado tanto como el primero que leí de ella, Just listen, pero me ha entretenido. Sin duda la escritora es una apuesta segura: sus obras son pegadizas, ágiles, frescas y divertidas, además de realistas, con unos finales agradables que se agradecen.