Una carrera de obstáculos para poder darse un baño

Moverse por Toledo es una tarea más que complicada para las personas en silla de ruedas o con movilidad reducida. Todos hemos oído o pronunciado alguna vez esa manida frase. Pero las palabras se quedan cortas cuando acompañas a alguien con este tipo de discapacidad. Por más leyes de accesibilidad que existan, numerosos edificios públicos continúan manteniendo barreras que complican mucho la vida a estas personas. La semana pasada la concejal del Grupo Municipal Popular Valle Arcos denunció la falta de accesibilidad de las piscinas municipales de verano toledanas. Y La Tribuna lo ha querido comprobar acompañando a  Socorro, una de las asociadas de la Confederación Coordinadora Estatal de Minusválidos Físicos de España (Cocemfe).Salimos de la sede de la asociación, situada en el Paseo de Sisebuto, recorremos la calle con cierta dificultad por el mal estado de las aceras, que van a ser renovadas gracias a la obra de la rotonda de Tavera, cruzamos el paso de peatones de Bisagra y bajamos hacia la Reconquista. Allí nos encontramos la piscina del Campo Escolar, la recomendada por las asociaciones de personas con discapacidad al ser la que tiene una accesibilidad integral.Desde el paso de peatones nos encontramos con una pequeña rampa en mal estado que da acceso al parque. Socorro pide ayuda porque no se siente segura. «Esto con un poco de cemento se arreglaba», explica.
La arena del parque presenta algunos baches, que se solventan con cierta facilidad pero la entrada por una de las puertas de la piscina vuelve a tener el pavimento descorchado. «El cemento que les sobre de antes lo pueden utilizar para hacer este mínimo arreglo», bromea Socorro.
También con ayuda, entra a las instalaciones. Una vez allí, el panorama es bastante más agradable. La entrada a la playa por las duchas no presenta ninguna complicación para su silla de ruedas. Además, la piscina del Campo Escolar dispone de la grúa necesaria para que las personas con discapacidad accedan al vaso de agua. Los socorristas saben cómo ayudarles.
El único ‘pero’ que pone Socorro es la falta de una silla de plástico con ruedas, similar a la que te puedes encontrar en la terraza de un bar. «No cuestan mucho y servirían para ducharnos antes de entrar al agua y trasladarnos desde ella a la grúa de forma totalmente autónoma, sin ayuda de nadie», comenta.
El principal problema que se encuentra una persona en silla de ruedas en esta piscina es la llegada al césped. Resulta imposible porque hay bordillo por todos lados. La solución sería tan sencilla como romper parte de este bordillo y habilitar un acceso a nivel del suelo, comentan los trabajadores del Patronato Deportivo Municipal.
«Eso es muy importante porque si venimos con amigos o familia y ellos se quieren tumbar en el césped nosotros no podemos», advierte Socorro, quien entiende que si la obra es tan sencilla el Ayuntamiento podría acometerla cuanto antes.Además, este año se ha inaugurado una rampa de acceso a las instalaciones, «un poco empinada», critica Socorro, «pero se solventa». Los vestuarios, las duchas y los baños son nuevos, amplios y perfectamente homologados. «Están muy bien», asegura.
Nada que ver con los de la Escuela de Gimnasia, la piscina olímpica de verano de la ciudad. Ni grúa, ni vestuarios accesibles. Resulta prácticamente imposible que entre una persona por la estrechez de los mismos, «como para hacerlo en silla de ruedas», bromea Socorro. Además, tampoco se puede ir a la zona de playa porque las duchas tienen un desnivel de unos 30 centímetros.
Mientras tanto, la piscina de Santa Bárbara cuenta con grúa, aunque sirve de poco porque las duchas de entrada al vaso no son accesibles. El resto de la instalación está en muy buenas condiciones para personas con movilidad reducida, pero dispone de una barrera fundamental.Por su parte, la de Azucaica cuenta con varias dificultades. Una de ellas es su acceso. Para entrar a la instalación existe un elevado bordillo y hay que atravesar un parque.Las duchas de los servicios, por su parte, tienen un alto escalón. Además, los espejos no están al nivel homologado y tampoco los lavabos.
Mientras tanto, la piscina del Polígono no aparece como accesible en la página web del Patronato Deportivo Municipal, aunque sus trabajadores consideran que «no está mal».Hay que recordar que la concejal del PP, Valle Arcos, denunció el 2 de agosto que sólo una de las piscinas municipales de verano era plenamente accesible y lamentó los enormes problemas con los que se encuentran las personas con discapacidad para  poder darse un baño con el que soportar los 40 grados que hace en Toledo por estas fechas.
Criticó que sólo el Campo Escolar tenga el dispositivo técnico que permite la entrada y salida al vaso y reclamó a la concejal de Accesibilidad un plan integral para la ciudad de Toledo.Maite Puig aclaró que el Patronato dispone de una grúa que se puede transportar e instalar en cualquiera de las demás piscinas municipales si el usuario lo solicita. Sin embargo, Socorro considera que más allá de la grúa, «que también», las dificultades vienen por pequeñas barreras que se pueden subsanar con un poco de cemento, es decir, con poco esfuerzo y una mínima inversión.
Además, esta toledana considera que «si las personas en silla de ruedas se encontraran con unas piscinas en mejores condiciones o supieran que la del Campo Escolar está bastante bien las utilizarían más. Lo que no podemos hacer es venir a sufrir», concluye.
http://www.latribunadetoledo.es/noticia/Z1E0F159D-C3AE-73B3-7B8B09AF1277ACCF/20130811/carrera/obstaculos/poder/darse/ba%C3%B1o

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