Una Casa con un Toque Teatral

Una Casa con un Toque Teatral

Una casa en Londres "The Violin Factory".

Si buscas una casa diferente, con algo de historia y estilo, esta es tu casa.
Una casa que salió en el show de TV británico Grand Designs e incluso en uno de los capítulos de la serie de TV de ciencia ficción Dr. Who.
Esta es otra forma de hacer turismo, de conocer Londres, y te la ofrece la empresa onefinestay.
Vivir la ciudad como un nativo más, integrado en sus barrios, lejos de la oferta típicamente turística. Pero con las comodidades de un hotel de cinco estrellas, con servicios de aseo, sábanas...
Se trata de viviendas privadas cuyos propietarios no la usan todo el año... es por eso que son tan personales y especiales, sin la imagen neutra, fría e impersonal que te suelen ofrecer los hoteles.
Tienes además la ventaja de la intimidad, de poder marcar tu propio ritmo de comidas, entradas y salidas sin que nadie te ponga límites de horarios... El mismo dueño de la propiedad te dejará en un IPhone lugares de interés para visitar, consejos, y desde el mismo podrás realizar llamadas locales gratuitas.
Cuantas veces hemos dicho que nos gustaría visitar un sitio de la mano de un nativo, para poder conocer esos sitios especiales que solo los del lugar saben... pues bien, onefinestay te brinda esa posibilidad.
Pasemos ahora, a conocer esta vivienda, una de las casi mil que ellos ofrecen:

Dispuesto como en un escenario con salidas a ambos lados, y con un juego de simetría que hace que la imagen parezca estática, como si de un telón de fondo se tratase.

Lo mismo en la cocina, en la que un eje central imaginario separa la escena de manera casi simétrica... Sentados en la barra de la cocina, esperamos a que el chef ejecute una brillante interpretación, preparando exquisitos platos.
Y mientras, en la sala, con una altura de techo de 3 plantas y con luz cenital natural, el público espera impaciente y con algarabía, a que el acto empiece, y que el menú sea servido.
Arriba, en el palco de cristal, los privilegiados observan, no a la obra, sino al público como algo más divertido y entretenido.

El público ilustre puede esperar en la sala de recepciones, al abrigo de un buen hogar... dedicarse a la tertulia o una revista hojear.

El vestíbulo de entrada lleno de luz, y con esa original puerta de acceso, que parece la entrada de una antigua cochera, y esa planta que brota directamente del suelo como si hubiéramos atrapado entre paredes, lo que antes fuera un patio, parece un teatro de corrala.

Y por último, un lugar de retiro para aislarnos, durante el descanso, de todo aquel bullicio, la biblioteca, que esconde un secreto, una de sus librerías oculta el paso a otra estancia.
Si de esta experiencia quieres disfrutar, a Londres y Nueva York puedes viajar.