Una casa rústica ubicada en Umbría, en el centro de Italia, en la que muebles antiguos y muebles de diseño actual, se mezclan con piezas importadas de varios países; y todo ello con un nexo común: el uso de los colores intensos propios del estilo Pop Art. Eso sí... juntos pero no revueltos: apenas un color para cada habitación. Así en el salón y la cocina las paredes en gris antracita contrastan con el verde de los cojines, las sillas y el menaje de cerámica, detalles elegidos de acuerdo con la paleta de color del lienzo que cuelga sobre el sofá...
En cambio en el dormitorio principal de inspiración japonesa, el color protagonista es el rojo laca...
Mientras que en otro de los dormitorios lo que predomina es el amarillo en clara armonía con el color del mimbre de espejos, sombreros y otros objetos decorativos de mimbre importados de Laos y Camboya...
Finalmente, tratándose de una vivienda ubicada en Italia, tampoco podía faltar una habitación en azul: una clara reminiscencia del estilo mediterráneo...