¿Os suena esta casa?
Sale en una película muy famosa.
Vamos a verla más de cerca (de todas formas, si clicáis las imágenes las veréis más grandes):
Creo que sí, que ya la habréis reconocido.
Sale en una película que se iba a llamar El Hombre en la Nariz de Lincoln. De verdad. Lo juro. (Sí, vuelvo a hablar de otra película con Lincoln en el título). Durante el rodaje tenía un título en borrador, un título falso, de mentira, que no gustaba a nadie: North by Northwest. Al final se quedó con ese. En España se tituló Con la Muerte en los Talones.
La primera vez que la vi (soy tan mayor que la vi en un cine; en un cine de pueblo al que llegaban las películas con años de retraso, pero aun así) no me gustó. No me pareció nada creíble (y no lo es en absoluto) y, sobre todo, siempre me han repateado los malos de Tintin, que le atrapan, se lo llevan a una casa, le atan a una silla, dejan un grifo goteando y se van, dejándole solo, con la estúpida pretensión de que la gota vaya haciendo subir muy lentamente el nivel de un vaso, que cuando llegue a cierto punto hará caer una vela, que quemará una cuerda que... que al final Tintin se escapa. Tío, pégale cuatro tiros y ya está. Pasa exactamente lo mismo en la primera de Indiana Jones, cuando le agarran y le meten en el foso de las serpientes, y le dejan que se apañe. Pues se apaña. Claro que se apaña. ¿Por qué no le habéis metido cuatro tiros, so tontos?
No me gusta que los malos sean tan estúpidos, y lo de la avioneta sobre el maizal es de escándalo. ¿Queréis saber qué habría hecho yo con Cary Grant desde la avioneta? Y muchas otras cosas. Una cadena de despropósitos.
Pero volví a verla, y volví a verla, y volví a verla, y cada vez me gusta más. El cine crea iconos y mitos, y lo de la avioneta sobre el maizal es las dos cosas. (¿Qué serie de dibujos animados no la ha parodiado? Esa es la prueba de que la escena ha entrado en el imaginario colectivo).
Y esta película no tiene solo esa escena. Tiene muchísimas. (Por ejemplo, me entusiasma la subasta, con las pujas disparatadas de Cary Grant).
Bueno, me he ido completamente de lo que quería contar. Y no quiero suprimir esta digresión (lo que comenté el otro día sobre quitar lo que sobra. ¿Quién se atreve? Yo no puedo).
Retomemos el hilo: La casa tiene un aire wrightiano muy claro. Pero conozco bien la obra de Frank Lloyd Wright y esta casa no me suena. (¿Y a vosotros?).
Podría ser obra de cualquier arquitecto wrightiano: tanto de los alegres muchachos de Taliesin como de algún ex discípulo independizado de la comunidad pero siempre dependiente del estilo.
¿Está la vivienda en el Monte Rushmore, como aparece en la película? ¿Su arquitecto es realmente Frank Lloyd Wright? ¿Hacemos una quedada para ir a verla?
Pues va a ser que no. La casa no está ni en el Monte Rushmore ni en ningún sitio porque nunca existió. No es una obra de Frank Lloyd Wright, sino de Frank Lloyd Raíz.
Captura de pantalla de la serie de televisión Mad Menfacilitada por la eximia twittera @unbreakmypants(Seguidla. Es un buen consejo que me agradeceréis)
Loor al subtitulador, y al corrector automático, que ha puesto hasta la tilde.
A lo largo de toda la película salen unos cuantos ambientes arquitectónicos muy representativos y muy "vistosos". De alguna forma sirven para caracterizar a los sofisticados personajes, y están elegidos con mimo y mucha intención. La guinda de todos ellos tenía que ser la casa del malo.
El malo, Phillip Vandamm -encarnado por el gran James Mason, que ya tenía que estar hasta las narices de Cary Grant, después de palmar en Encadenados-, tenía que vivir en un lugar muy espectacular para que pudieran tener lugar las escenas finales, tan "visuales" y potentes, y además muy simbólicamente americano, muy patriótico. El monte Rushmore era idóneo.
Phillip Vandamm es un personaje muy sofisticado, muy culto, muy rico. ¿Quién podía hacerle una casa junto al Monte Rushmore? ¿Quién era el arquitecto moderno americano más modernamente americano y más americanamente moderno? Exacto. Y, sobre todo, el público lo reconocería y apreciaría. La casa transmitiría a la gente normal todas esas connotaciones de modernidad, cultura, creatividad, arte, distinción, riqueza, etc.
Según leo, la Metro Goldwin Mayer se puso en contacto con Wright, pero sus pretensiones económicas les parecieron excesivas. No sé. Yo no veo eso muy claro. A Dalí bien que le contrataron para Recuerda. Más bien creo que a Dalí tenían que contratarle, pero a Wright no. No tenían ninguna necesidad, pues podían encargarle el trabajo a uno de sus decoradores en plantilla (que, evidentemente, sería muchísimo más barato, y que además resolvería mucho mejor los problemas de tramoya fílmica).
Es decir: En vez de llamar a Frank Lloyd Wright llamaron a uno que se hiciera pasar por Frank Lloyd Raíz por una vez.
Quien diseñó la casa fue Robert F. Boyle, decorador de gran experiencia y con estupendas películas a sus espaldas. Era arquitecto de formación, y conocía bien el estilo de Wright. Y fue nominado al Oscar por esta película.
En todo caso, era impensable construir una casa. En algunas películas (sobre todo ahora) se aprovecha una casa existente para rodar dos o tres planos. (Por ejemplo, en Blade Runner sí sale una casa de Wright). Pero en la época de los grandes estudios todo se hacía en decorado.
Esos grandes jabalcones que sujetan la terraza no son de Wright, perotampoco desentonan mucho, y a Cay Grant le vienen muy bien para subir.
Los raíles para los travellings, las jirafas, los focos, etc, no se desenvuelven bien en una casa. Ahora sí. Ahora los equipos son muy pequeños; pero en la época gloriosa de Hollywood se necesitaba tal despliegue de mamotretos que era preferible reconstruir en el estudio un barrio, con sus bares, calles, casas y charcos que irse a él a rodar (por ejemplo, Irma la Dulce).
Las vistas exteriores (nocturnas, que cantan menos) son cuadros de fondo, a los que se superpone la imagen real del primer plano con una técnica artesanal inconcebible ahora en nuestro mundo digital. (Aquí tenéis la oportunidad de clicar la imagen y verla en grande muy detenidamente, para que notéis lo pintada que está. Pero el efecto es magnífico, y viendo la película de corrido apenas se nota nada).
Los interiores y detalles se hicieron como decorados parciales e inconexos (lo normal de las películas), de cartón-yeso, en los estudios de la MGM en Culver City, California.
En los planos muy cercanos sí utilizaron piedra:
Casi exactamente Fallingwater, excepto por la barandilla.
Pero en los generales toda la rugosidad pétrea era un moldeado de yeso:
En algunos ventanales no pusieron vidrios paraque no se reflejasen las cámaras, jirafas, focos, etc.
Algunos detalles flojean un poquito. Esas lámparas... La barndilla de esa escalera... Es de Raíz, no de Wright. (Pero Raíz no está nada mal).
Fallingwater, ¿verdad? Menos la terraza.
(Información obtenida principalmente de Jetset Modern, Hooked on Houses y Filmmakeriq).