Esta era la típica casa de pueblo de L'Empordà, con techos bajos, mal distribuida y pintada a base de granates y amarillo. Gracias a una buena reforma se ha convertido en una casa de pueblo ideal para inspirarse.
“Uno de os problemas que tienen las casas de pueblo es que sueles tener varias plantas estrechas y alargadas. Lo que hace difícil una distribución práctica y cómoda. Además la luz natural suele ser escasa.
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Esta casa situada en la provincia de Barcelona era oscura, con las habitaciones pequeñas de las típicas casas de pueblo. Se eliminaron los techos falsos para dejar las vigas y bovedillas originales, que no solo proporcionan más altura y sensación de amplitud, también devuelven el encanto de las casas de pueblo.
También picaron las paredes para recuperar la piedra natural. Además abrieron la cocina al jardín, pintaron en color blanco con pinceladas de azul, para dar más luz.
Abrieron pasos y ventanas nuevas donde pudieron, y de tres habitaciones en la planta superior, hicieron dos, más amplias y con mucha más claridad. Pudo recuperar casi todas las carpinterías (salvo las de la cocina, que se hicieron nuevas pero respetando el estilo de la casa) y al darles este color azul tan especial, consiguió espacios más frescos y luminosos.
El resultado final es la casa de pueblo ideal. La envidia de todos los vecinos.
El mueble
“¿Qué os ha parecido esta casa de pueblo? ¿Y el patio?
Janire