«‘Una casa en el desierto’ es la historia de unos personajes y un paisaje. Una novela que le devuelve al lector los ecos de la mejor narrativa española, y que consagra a un escritor de larga trayectoria, discípulo de Ferlosio y con una altura literaria que lo encuadra junto a los grandes nombres de la novela contemporánea española.»
Javier Fernández de Castro falleció el 10 de agosto de 2020 en Fontrubí, Barcelona. Una casa en el desierto era su novela número trece. Su enfermedad no le permitió verla publicada.
Félix de Azua calificó la novela de soberbia, y Olga Merino dijo de ella que es un thriller ecológico en un paisaje abrasado por el cierzo, el sol y los secretos familiares. El grito de la tierra envenenada; y creo que no es para menos. Como pequeño homenaje me permito reproducir la carta escrita por Pilar Álvarez y un breve texto que el autor dejó escrito sobre su novela.
Carta de Pilar Álvarez directora literaria de Alfaguara.
“El primer libro de este año llega tarde. Sé que dentro de un tiempo esto me habrá dejado de entristecer,
porque es una novela que se convertirá pronto en un clásico, pero ahora me cuesta mucho superar que el autor no viviera para verla publicada.
En julio de 2020, Javier Fernández de Castro y yo estábamos todavía cambiándonos correos sobre la ropa que lleva Antón en la novela (si ustedes consiguen imaginarse a Antón cuando la lean, por favor no dejen de contármelo) y sobre la cubierta, sobre planes de vacaciones y hasta recetas de cocina. El 11 de agosto me llamó Andreu Jaume, que nos había presentado: Javier acababa de morir. Él me había dicho muchas veces que a su médico solo le pedía que lo «arreglase» lo suficiente para llegar a enero del año siguiente. En fin, ha llegado enero y es un enorme placer presentar la novela, aunque aún estemos de duelo por el autor.
Desde que la leí por primera vez tengo la convicción de que Una casa en el desierto es una obra maestra. Digamos, por resumir, que en esa lectura tuve la sensación poco frecuente de que había alguien al mando, una mente poderosa que sabía adónde se dirigía cada suceso, por qué decía cada personaje cada una de sus frases. Y todo ello sin apenas narrador, sin que nadie nos esté explicando qué piensan, qué esperan o qué les pasa a los personajes, porque los entendemos y los seguimos solo por sus acciones y sus diálogos. Me gusta el entorno de esta novela, ese desierto tan bien contado que es un personaje más, el encuadre de las aventuras de Raquel y Nicolás además de las dudosas actividades de La Planta, que es una empresa pero también otro protagonista. Y me gusta especialmente que el autor optara por contar la vida de una familia para hablar de la destrucción de un paisaje, porque finalmente lo que está contando es que lo que le hacemos a la naturaleza
nos lo hacemos a nosotros.
Ojalá sean muchos quienes la lean con la admiración que yo sentí y les quede en el recuerdo junto con la memoria de un escritor que fue el secreto mejor guardado de su generación.
Con un abrazo.”
En palabras del autor.
“En Una casa en el desierto hay dos corrientes vitales contrapuestas y fácilmente reconocibles en otras tantas corrientes narrativas igualmente contrapuestas. De un lado están los adultos con sus ambiciones y su afán por abrirse paso en pos de sus objetivos sin reparar en las consecuencias de sus delirios. En su ceguera, y mirando cada cual por lo suyo, llegan incluso a envenenar, quién sabe si para siempre, un entorno tan sereno y ajeno a la codicia como el desierto de La Llanada y un singular y bellísimo paraje llamado Cabezo de la Franca y que resultará literalmente volatilizado.
La segunda corriente narrativa y vital es la de unos niños, más tarde jóvenes, que luchan por conocer y hacer habitable un entorno natural que está siendo implacablemente destruido por sus mayores. Entre ambas corrientes vitales surgen figuras como Dimas, el antiguo talabartero, o Antón, el más pequeño de los hermanos mayores, que por pertenecer en cierto modo a ambas corrientes vitales enfrentadas se ven obligados a tomar partido por unos menores que sólo están empezando a adquirir las armas que les permitirán colonizar su propio espacio vital sin ser arrollados por las locuras de sus mayores.”
Sinopsis de la novela:
Una joven pareja de recién casados llega desde Barcelona a instalarse en un pueblo desolado en mitad de la nada. Allí, el marido será gerente de una nueva empresa extranjera dedicada al reciclaje de residuos metálicos que para los lugareños es simple y llanamente una chatarrería.
La familia va creciendo hasta sumar cinco hijos, mientras el matrimonio hace aguas y la actividad de la planta resulta cada vez más dudosa. Se habla de unos camiones sin marca ni letreros, llenos de bidones de contenido raro. Y una noche todos asisten atónitos a un suceso que cambia la vida de la familia, del pueblo y del desierto que los rodea.
Una casa en el desierto es la historia de unos personajes y un paisaje. Una novela que le devuelve al lector los ecos de la mejor narrativa española, y que consagra a un escritor de larga trayectoria, discípulo de Ferlosio y con una altura literaria que lo encuadra junto a los grandes nombres de la novela contemporánea española.
Lee y disfruta de un fragmento de la novela.
El autor:
Javier Fernández de Castro (1942-2020) desarrolló una larga carrera como escritor, crítico para medios como Babelia, profesor y traductor de autores del prestigio de Georges Simenon, Oscar Wilde, James Joyce, Henry Miller o Ian McEwan, entre otros. Estudió Periodismo y dio clases en la facultad de Filosofía de San Sebastián, antes de instalarse en Londres como corresponsal de prensa. Su primera publicación llegó con Alimento del salto (1972), a la que siguieron otros ocho títulos entre novelas y relatos. Su obra ha sido traducida al alemán. Una casa en el desierto, su novela póstuma, fue su primera obra larga en más de veinte años.
El libro:
Una casa en el desierto ha sido publicado por la Editorial Alfaguara en su Colección Hispánica. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 320 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Para saber más:
Javier Fernández de Castro en Wikipedia.