Manón del Manantial, ejemplo de construcción con técnicas naturales, es un hogar, un taller escuela y lugar de hospedaje en modo “desconectado”.
Después del último poste del tendido de electricidad, entre la civilización y la montaña, se encuentra Manón del Manantial. Es una casa de dos plantas que fue construida por la familia que hoy la habita. La autoconstrucción y la utilización de materiales naturales son una tendencia en crecimiento en el mundo, y este es sin duda un ejemplo perfecto de las posibilidades que brinda.
Manón del manantial es ante todo un hogar. No hay ningún lugar de la casa de dos plantas pensado únicamente como exhibición, todo es habitable y está en uso constante. Es obra del arquitecto Sergio Corace, que vive allí con su familia desde hace 5 años. Sergio utiliza el lugar también como taller escuela para difundir los métodos de construcción basados en el barro, la madera y el reciclaje. Además la planta baja está disponible para alquiler para aquellos que quieran tener una experiencia diferente de hospedaje en el sur argentino. La casa se encuentra en la ladera del cerro Piltriquitrón, en la localidad de Las Golondrinas, que corresponde a la provincia de Chubut aunque se encuentra a tan solo 7 kilómetros de El Bolsón (Provincia de Río Negro). Un excelente punto de partida para recorrer el sur argentino, muy cerca de lugares espectaculares como el Río Azul y el Lago Puelo. La cabaña es confortable pero acotada en cuanto a sus servicios: no tiene conexión a internet, poca señal de celular, y el despertador son los ventanales que brindan luz natural durante todo el día. Su “patio trasero” son hectáreas de reserva natural de bosque nativo, rodeadas de vertientes de agua, que terminan en la montaña misma. Son tantos los detalles que descubrir en Manón que uno se puede perder la tarde en la tarea. El techo vivo, los vitrales de botellas que cambian el color de los ambientes durante el día, las cerámicas de los baños, los objetos reciclados como amortiguadores, cuadros de bicicletas y demás que aparecen empotrados en las paredes y escaleras. Las anchas paredes de barro permiten una gran aislación térmica tanto en verano como en invierno, y además son un filtro natural para regular la cantidad de humedad en el interior de la casa. La habitación principal cuenta con una estufa rocket diseñada especialmente por Sergio, que optimiza la utilización de la leña como combustible.Fotografías: Sergio Corace – Graciela Jacubowicz – Analía Requejo
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