Conservando el sabor tradicional, el mimo por los materiales naturales acompañados por colores vivos y estampados vistosos, encontramos esta casita acogedora de piedra, muy cerca de Sepúlveda (Segovia).
Con la base del color blanco, que unifica todo el espacio, vamos encontrando muebles de madera, alfombras, mantas y cojines de pelo que darán el toque cálido.
Se busca una decoración cómoda, luminosa y tranquila.
Divido en dos plantas esta casa, encontramos una planta baja diáfana donde a penas vemos tabiques, y los usos comparten espacio.
Una cocina totalmente rústica, con suelo de barro, paredes de piedra, techo de madera y un mobiliario que lo potencia.
Se cuida hasta el mínimo detalle, como es mantel de cuadritos rojos o el frutero, o las lámparas de de hierro, todo esto hace que se imprima mejor el sabor tradicional
En la planta superior, se encuentra la zona más intima de la casa, con techo abuardillados de madera con las vigas vistas
Aprovechando las ventanas del tejado se ubican las zonas de descanso bajo ellas, para así crear pequeños miradores, dando también mucha luz natural.
Se mezcla materiales étnicos con otros más campestres, una decoración ecléctica que funciona al 100%
Mi casa
En cada habitación encontramos su baño, con muebles de obra, que ayudará a aprovechar mejor el espacio. En ellos encontramos también los mismo colores alegres que en el resto de la casa.
Los reponsables del interiorimos de esta vivienda fueron: Lola Rodríguez y Eugenia Mateos
Una casa de campo perfecta para resguardamos del frío invierno Un besazo enorme
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