Pocos hostales patrios de una estrella pueden definirse como “hostal chic” pero esa es la definición perfecta para el riosellano Puente del Pilar. Está situado en un lugar privilegiado, junto al arroyo San Pedro que va a desembocar en el Sella, no muy lejos (eso sí, cruzando el estrecho puente del Pilar) de la playa de Santa Marina.
El recinto tiene un hostal de 16 habitaciones con baño (diminuto), un jardín muy amplio con distintos ambientes y, al fondo, un restaurante. De este último, no os puedo hablar porque no me quedé a comer…
Toda la decoración interior es muy coqueta, de colores pastel, muy floreada… En resumen, de un estilo inglés a lo Cath Kidston que te hace sentir que estás en una casita de muñecas.
Os dejo con algunas fotos del jardín (malas, muy malas porque me dejé la cámara en Madrid, el día estaba nublado y mi móvil es prehistórico).
Al fondo, el puente del Pilar
Acceso al restaurante
Gansos campando por el jardín