Una cena de amigas diferente

Por Hogaradas
Ayer cenй fuera, con unas amigas. No pensaba cometer semejante exceso, habida cuenta de que habнa disfrutado ya de una copiosa comida familiar, pero al pasar delante de la sidrerнa, allн estaban, en la barra, en animada conversaciуn, asн que me dije, venga, a saludarlas y de paso a tomar con ellas un culнn de sidra, y ni corta ni perezosa me adentrй en el local, que todo hay que decirlo, es una autйntica maravilla, porque os cuento que nos dejaron cantar y todo, algo francamente poco habitual en la actualidad en los chigres y sidrerнas de Asturias, auque antaсo formara parte del dнa a dнa de todos quienes iba a ellos a compartir sidra, charla, amistad, y por supuesto, canciones.
El local es amplio, espacioso, diбfano, pero dentro de йl puedes encontrar rincones lo suficientemente нntimos y acogedores como para reunirte con tus amigos y tener la sensaciуn que no hay nadie mбs, asн que despuйs de estar un rato en la barra tomando unas botellitas de sidra, perfectamente escanciadas por Manolo, el camarero, decidimos sentarnos y quedarnos a picar algo, para lo que elegimos una de esas mesas de las que os hablo, cerca de la puerta, que Bego sino se agobia, pero нntima y perfecta para una reuniуn de cuatro amigas, que, curiosamente, y fruto de la mбs absoluta de las casualidades, se reunнan por primera vez a cenar.
Y entra culнn y culнn, risas y cancionero popular, la mesa se fue llenando de las exquisitas viandas, y aquн y allб vimos como el pulpo, los chipirones a la plancha, las navajas, la cesta con el pan… todo iba tomando posiciones para invitarnos a comenzar a darnos un pequeсo festнn en una noche frнa de sбbado.
La salsa de las navajas estaba espectacular, y el pan parecнa poco para mojar y seguir mojando, mientras Manolo nos seguнa echando mбs y mбs sidra, que ya se sabe, es necesaria para que la comida entre mejor.
La conversaciуn era intensa, casi no dбbamos tregua, tal era la felicidad que sentнamos por aquel primer e inesperado encuentro, en una de las sidrerнas que sin duda os recomiendo.
Un buen trozo de queso de Cabrales para rematar la faena, y mбs pan, que aquн en vez de mojar, hay que untar, y de lo lindo, y mбs charla, risas, hasta esperar por los postres, un surtido de esos en los que cada pedazo que comes es mejor que el anterior, entre tarta gijonesa y turonesa, frixuelos rellenos, tarta de queso… quй rico y quй dulce, tanto como el buen rato que estбbamos pasando, hasta llegar al cafй y al chupito, remate final de una cena espectacular donde las haya, que al final Adela se encargу de pagar, empeсada como estaba en invitarnos, sin que nada pudiйramos hacer para impedнrselo.
Me hubiera gustado quedarme un poco mбs, pero habнa sido demasiada sidra y allн las dejй, aunque creo que se iban tambiйn enseguida, Bego se quedaba en casa de Adela, y cuando llegara Covadonga, que habнa ido al baсo, se pondrнan en camino para finalizar la velada.
Una noche estupenda, una cena fantбstica y en la mejor compaснa, anda, y se me olvidaba deciros el nombre de esta sidrerнa tan estupenda, “Casa Face”, lo ъltimo en reuniones de amigas totalmente virtuales.