Una cantera italiana de mármol en Carrara se convirtió en escenario de la última colaboración de la marca estadounidense Kith con el gigante italiano Giorgio Armani, Estate 2025. La colección no se reveló en un showroom ni en un desfile exclusivo repleto de estrellas, sino que las marcas escogieron un espacio de escala monumental cargado de simbolismo e historia.
Entre paredes de mármol blanco talladas a mano, unos 100 invitados descubrieron la colección durante una cena que combinó arquitectura efímera y lujo contemporáneo. Largas mesas de mármol y sillas de director personalizadas con logos completaron el montaje, donde el diseño, la moda y la arquitectura natural se encontraron en un gesto de creatividad auténtica.

Estate 2025 rinde homenaje a los veranos italianos y a la vitalidad de Nueva York. La colección incluye blazers de seda y cupro, pantalones de lino, kimonos ligeros y accesorios de lujo, como sets de backgammon tallados en cuero italiano. La cantera funcionó como un ícono escenográfico, resaltando la fluidez de las telas y la sencillez de los cortes en contraste con la monumentalidad del entorno.


La escena alcanzó la intensidad de una instalación artística que demostró cómo las experiencias contemporáneas de lujo buscan generar vínculos emocionales, reforzar la identidad corporativa, dejar impresiones duraderas y consolidar un sentido de pertenencia.

El evento comenzó en la boutique de Armani en Forte dei Marmi, un entorno elegante que introdujo a los invitados al universo de la compañía. Desde allí, los comensales fueron trasladados hasta los Alpes Apuanos, en un recorrido que transitó del refinamiento costero a la profundidad de la montaña. La transición entre espacios construyó una narrativa única, reflejando la filosofía de la colección: la elegancia relajada de Armani fusionada con la energía urbana de Kith.

La elección de Cava della Luna como locación añade una dimensión cultural significativa. La cantera, inactiva durante años y reconocida por su belleza etérea, combina tradición y contemporaneidad: murales de arte callejero dialogan con siglos de historia en la extracción del mármol, material que ha definido la arquitectura y la escultura italiana.
La dirección creativa, liderada por Ronnie Fieg y Alan Prada, utilizó la luz como herramienta principal, proyectando sombras que reforzaban la cualidad escultórica de las paredes y de las prendas exhibidas. Cada ángulo y cada reflejo transformaron la cena en una experiencia sensorial en la que espacio y moda se integraron de manera orgánica.



El lanzamiento de una colección significó la excusa para activar, a través de la moda, narrativas culturales y económicas de un territorio. Carrara, reconocida mundialmente por la pureza y la historia de su mármol, se convierte en un eje de construcción de valor, donde el patrimonio artesanal se proyecta hacia audiencias internacionales. De este modo, Armani y Kith resignifican la industria del mármol como vehículo de lujo contemporáneo y experiencia sensorial, integrándolo al storytelling de sus universos de manera estratégica y significativa.




El cruce de múltiples industrias (moda, arquitectura, interiorismo y artesanía) genera un relato en el que cada disciplina potencia a la otra. La monumentalidad de la cantera realza la colección, mientras que el diseño de las mesas, la disposición de los invitados y la iluminación hacen que la moda dialogue con el espacio de manera tangible y memorable. Así, un producto se vuelve una experiencia capaz de transmitir valores de calidad, cultura y sofisticación que trascienden la vestimenta.


Desde la perspectiva de marca país, la iniciativa demuestra cómo un territorio puede posicionarse globalmente mediante colaboraciones estratégicas y experiencias de lujo. El sitio escogido deja de ser un lugar de extracción y se convierte en un símbolo de identidad, creatividad y tradición artesanal, proyectando valor y diferenciación hacia mercados internacionales.
