Una cesárea al miedo

Ayer fue algo así como el Día del Parto Natural en los medios de comunicación. Bienvenido sea. El diario El País dedicó un reportaje de dos páginas a la medicalización del parto, crítico y justificado, cargado de razones. Lo tituló Que el parto natural no sea excepción. Explica con rigor que el abuso de episiotomías, cesáreas u oxitocina tiene consecuencias para la salud de la madre y del bebé. Parece mentira que a estas alturas haya que explicar esto pero es necesario.  La tasa de cesáreas supera aún en un 7% lo recomendado por los estándares internacionales.

Supongo que motivado por este dato el Telediario de Televisión Española (TVE1) realizó un reportaje de cuatro minutos (desde el m. 37′ 49”) sobre el asunto. Me ha escrito una lectora en un tono muy crítico con esa publicación, algo que comparto en parte, aunque a mí no me parece que el tratamiento del tema fuera tan sesgado. Se queja de que el asunto de la cesárea en España fue tratado:

“de manera imparcial y sobre todo falta de fundamento (…) Se plantea la cuestión de que en España la tasa de cesáreas es mayor que la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y una vez más, lejos de revisar los protocolos y lo que se está haciendo mal, hay que echar toda la culpa a las mujeres. En este caso ponen como excusa que las mujeres dan a luz por primera vez cada vez son más mayores o que han concebido mediante reproducción asistida. El ginecólogo que sale, que se ríe y habla sólo de complicaciones me parece lamentable. Y lo peor es que sale otro diciendo que muchas veces se ven obligados a hacer cesáreas porque las mujeres así lo quieren y si algo sale mal por la vía vaginal les cae una demanda muy cuantiosa. Y digo yo, si yo voy al hospital y pido parto natural y no respetan mi decisión, ¿no tienen miedo de que yo les ponga una demanda en ese caso?

En la noticia sólo sale una persona (no vestida de sanitaria, claro, para que su opinión sea menos relevante) que dice que en los hospitales en los que se aplican los protocolos de actuación que elaboró el Ministerio de Sanidad para la atención al parto normal, se han reducido las cesáreas.

Por la noche repiten la noticia pero para excusarse y decir que aquí no estamos tan mal, nos ponen el índice de cesáreas de Alemania y de Italia, que debe ser una burrada. ¿Por qué en la noticia no aparecen por ejemplo, Reino Unido, Holanda?

Y me pregunto, ¿nadie se plantea que los protocolos de los hospitales están obsoletos y no hacen sino dificultar la labor de parto normal? Recuerdo hace dos años un taller con Michel Odent que tengo grabado en la cebeza de por vida, cómo decía que el índice de cesáreas se reducirá de manera natural cuando SE TENGA EN CUENTA LAS NECESIDADES REALES DE LA MUJER DE PARTO (tranquilidad, luces tenues, paciencia, etc.) y que no se puede empezar la casa por el tejado e intentar hacer partos vaginales teniendo a la mujer y a su bebé sufriendo horas y horas enchufadas a la oxoticina, atadas con correas. En este caso sí serán mejores las cesáreas”.

Algunas cosas que yo veo:

-En Italia están todavía peor que aquí (sin que esto sirva de justificación): 40% de cesáreas cuando ocho de cada diez mujeres desea un parto natural.

-Impresiona ver a una mujer literalmente crucificada, con manos y pies atados para ser operada de cesárea, que no deja de ser una operación, como explica el doctor Espinosa.

-Conozco a José Ángel Espinosa en persona, no es que se ría en su intervención es que es un tipo campechano cuyo sentido del humor ayuda. Él no sé cómo asite los partos en el Hospital Quirón de Pozuelo de Alarcón (Madrid), tiene fama de ser el único del equipo de ginecólogos que cumple con lo que promete dicho centro, un parto “humanizado”. Doy fe que otros compañeros suyos no cumplen el protocolo que prometen (sobre esto volveré algún día).

-Lamentable que un médico esté pensando más en la demanda que puede caerle que en atender con corrección a madre y bebé; en sí mismo que en quien tiene en sus manos, una nueva vida ni más ni menos. Habría que hacerle una cesárea al miedo.

Enlace recomendado Bufete Almodóvar & Jara