Los que me conocen más de cerca saben de mi debilidad por los espacios abiertos y diáfanos, y que en cualquier caso, siempre, siempre estoy a favor de abrir la cocina al salón. No sólo porque visualmente las casas suelen ganar, sino porque la cocina es el corazón de la casa, donde me gusta pasar tiempo, pero no aislarme, como suele suceder si se trabaja en una de las cocinas pequeñas y oscuras de los pisos estándar en nuestro país. En vez de disfrutar de la casa y el ambiente con todos los miembros del hogar, a veces te sientes casi castigado al rincón de los pucheros y el horno. A continuación un ejemplo de un piso sueco de 65 m² con la cocina abierta al salón con un gran resultado!
Vía: Alvhem