Revista Decoración
Una cocina que se conecta y se desconecta del resto de la vivienda con una gran puerta corredera
Por Carmen Calabuig López @revoltosa1952Posted: 13 Nov 2015 02:01 AM PST¿Cocina abierta sí o cocina abierta no? Es una de las dudas que se nos plantea muchas veces, por un lado mola mucho la idea, pero por otro a veces nos gustaría poder separarla del salón... Los propietarios de esta vivienda, situada en Barcelona han resuelto el problema a la perfección. Han reorganizado su casa para disponer de espacios conectados, más amplios y luminosos, pero sin renunciar a la posibilidad de separarlos para disfrutar de más intimidad cuando lo necesitan.
El proyecto ha sido desarrollado por Clysa en colaboración con el arquitecto Martí Font y una de sus claves está en la impresionante puerta corredera que sirve para separar la cocina abierta de la zona de acceso a la vivienda. La puerta funciona como nexo de unión entre la cocina y el resto de la casa, conectando visualmente su mesa con la del salón comedor y se puede cerrar y así se convierte en un tabique que la aísla de los demás ambientes.
En particular la cocina es estrecha y alargada pero muy luminosa, recibe abundante luz natural a través de dos amplios ventanales y una puerta acristalada que da acceso a un balcón exterior. Esta luminosidad se potencia con el blanco elegido como color principal en paredes, techo y muebles.
La cocina modelo LINE de Santos, las encimeras Blanco Zeus de Silestone y los taburetes de Ondarreta, con estructura y tapizado en blanco, refuerzan la sensación de amplitud y armonía que se persigue para el conjunto. El pavimento gris del suelo supone un interesante contrapunto al mobiliario, resaltando su luminosidad, y contribuyendo a definir el espacio de la cocina ya que, más allá de la puerta corredera, todo el suelo se recubre con madera.
Además de la puerta, la mesa de pino adosada a la isla también es una de las indiscutibles protagonistas de este espacio. La calidez de su acabado, al igual que sucede con las contraventanas y el ladrillo visto de la zona de fregado, destaca en un espectro marcado por los tonos claros, aportando el equilibrio necesario para lograr un ambiente más acogedor.
En la isla se concentran las áreas de preparación y cocción, junto con varios espacios de almacenaje. Podemos destacar otros detalles como la campana empotrada a techo de Gutmann.
El resto de áreas se distribuyen a ambos lados de los elementos centrales, en las paredes situadas en los extremos de la estancia: la zona de fregado ocupa la más cercana a la isla, mientras la de almacenaje y electrodoméstico se ubica en la más próxima a la mesa. Lo mejor es que así se respeta un espacio libre alrededor de la isla y de la mesa, que permite que varias personas puedan moverse o trabajar a la vez sin molestarse.
El equipamiento se completa con dos columnas portaprovisiones fuera de la cocina, al otro lado de la puerta corredera, un recurso que permite aportar capacidad extra sin traicionar el interiorismo de la vivienda.
La verdad es que a mi me parece una solución excelente. En mi caso yo tengo una cocina abierta, el piso es de segunda mano y la distribución estaba ya así, pero en varias ocasiones he pensado en la posibilidad de instalar una puerta corredera de características similares para poder cerrar la cocina de vez en cuando.
Hay días y momentos en los que gusta tenerla abierta, por la conexión de los espacios y porque todo resulta más amplio, pero hay otras veces en las que sí preferiría poder cerrar y aislar temporalmente la cocina del salón y del comedor, una corredera de esas características puede ser una solución perfecta, ¿no os parece?