En uno de los primeros mercadillos que pisamos en nuestra ciudad, compramos esta colcha por 5 euros... Estaba en un puesto con otras prendas vintage para el hogar, y no pudimos resistiros a su suave algodón y a los bordados que la adornaban. ¡Y encima por ese precio! Una de las dos se la trajo a casa, la lavó primorosa y concienzudamente y, a pesar de ser para cama de matrimonio de 1,35 cms, la colocó en la cama de su hija.
Hasta ahí todo perfecto, pues quedaba preciosa y le daba un aire muy romántico a la habitación. Sin embargo, los estirones que recibía cada noche para taparse nuestra adolescente hasta las orejas, terminó por romper algunas zonas de la cenefa de flores del centro de la colcha.
Aquí podéis apreciar mejor a qué nos referimos....
Así que optamos por dejar de usarla antes de que el daño fuera irreparable; pero nos resistíamos a guardarla... Es por ello que estas dos cabecitas pensantes se pusieron a cavilar qué otro uso podríamos darle... Medimos, hicimos cálculos, algunas composiciones y, al final, ésto es lo que ideamos.
De la zona central sacamos tres cortinas para una de nuestras cocinas.
Se sujetan tanto arriba como abajo con esas varillas extensibles que van a presión
Pero nos gusta subir un poco la inferior, por el efecto un poco abullonado que hace la tela y por dejar que pase más luz.
Y un volante para la cama de la de los estirones a la colcha... Le colocamos un velcro adhesivo al canapé (el que es más rugoso) y el contrario cosido a la tela.
Ha quedado precioso, ¿verdad?
Dicen que del cerdo se aprovecha todo, hasta los andares... Pues lo mismo hemos hecho con la bendita colcha, que no ha sobrado ni un "cachito" de tela después de tanto apaño. Eso sí, en honor a la verdad, tenemos que decir que, tal y como contamos al principio, nosotras hemos sido las "ideadoras" del proyecto, pero no lo hemos llevado a cabo; una porque no cose y la otra porque no tiene tiempo... Una costurera amiga ha sido la que ha llevado nuestro plan a la práctica y con este magnífico resultado.
Y con nuestras cortinas y nuestro volante, nos vamos un viernes más a casa de Marcela Cavaglieri y sus Findes frugales.
¡Feliz fin de semana!