Una Constitución con Diversidad.
Leyes con aroma gay
Por Psicologodiaz
Nuestro país este 25 de octubre 2020 y después de uno de los más importantes estallidos sociales que se vivieron en Chile. Señalado como la gran rebelión del 18 de octubre del año 2019, donde el pueblo en su conjunto sale a las calles por igualdad, derechos. Deslizando entre sus petitorios un cambio a la constitución.
Este estallido costó vidas, mutilaciones, desapariciones y violaciones a los derechos humanos registrados por distintas instituciones nacionales e internacionales, las cuales afirmaron que bajo el gobierno de Sebastián Piñera y como general de Carabineros Mario Rosas, se cometieron los atropellos más sangrientos desde el regreso a la democracia. Los caídos en la gran revuelta fueron muchos y de distintas formas, y con orgullo se puede decir que la comunidad homosexual estuvo presente con todas sus diversidades y expresiones.
Los chilenos y chilenas, especialmente la comunidad LGTBIQ+ nos enfrentamos a uno de los hitos democráticos más importantes desde el regreso a la democracia en 1990, algo que puede ser medianamente comparado con el voto femenino o el derecho a que todo hijo o hija nacida en chile tenga los mismos derechos, alejando para siempre la sombra del bastardo o de aquel retoño nacido fuera del matrimonio oficial.
Chile a puertas de ejecutar una nueva carta magna, que renovara la democracia, leyes, derechos y deberes. Sobre todo, es la oportunidad de posicionar a la comunidad LGTBIQ+ en la categoría de sujeto de derecho, acción consagrada en la nueva constitución, haciendo sentido y honor a todos nuestros caídos y sobre todo aquellos que en Santiago y regiones no han parado de marchar y levantar la bandera del derecho al amor diferente, es decir, una nueva constitución, con aroma a inclusión, donde la riqueza central sea la diversidad de las personas, solo por existir.
Ninguno de los activistas LGTBIQ+ quiere que una de la calle lleve su nombre, simplemente quiere pasar por ella, sin embargo, cuando existe parte de la población que no tiene derechos por amar distinto, esos derechos que otros si tienen, simplemente pasan a transformarse en privilegios. Transformando a otros en sujetos de segunda categoría, volviéndonos al plato de bastardos en un país que juega a la democracia. la dictadura heredada de Pinochet fue creada sobre un rio de muerte, sangre y enriquecimiento ilícito por parte de unos pocos, cabe recordar las palabras del fascista senador guzmán, asesinado un 1 de abril de 1991. Senador e ideólogo de la constitución que hoy nos rige, el cual señalaba en aquellos negros años.
“La Constitución debe procurar que, si llegan a gobernar los adversarios, se vean constreñidos a seguir una acción no tan distinta a la que uno mismo anhelaría, porque – valga la metáfora – el margen de alternativas que la cancha imponga de hecho a quienes juegan en ella sea lo suficientemente reducido para ser extremadamente difícil lo contrario”.
Esta frase nos recuerda que cada día no vivimos en democracia, sino más bien en un juego de roles que la derecha militarizada instalo.
Para la comunidad LGTBIQ+ La nueva constitución debe ser distinta, no tan solo por el gesto democrático y republicano que representa su creación, sino también porque votar apruebo reconoce nuestra propia existencia dentro de la institucionalidad y no como un delito. Nos reconoce como arte de la sociedad.
Debemos recordar que la constitución de 1980 no es algo en que estemos involucrados, ni siquiera desde el pensamiento clandestino, en 1980 la homosexualidad era un delito, un crimen que se pagaba con cárcel.
En tiempos de dictadura la comunidad lgtbiq+ era perseguida, golpeada, asesinada, muchas veces sin mediar ninguna provocación, no solo era delito el amar distinto sino pensar y ser diferente. Los registros de nuestras historias en aquellos años de oscura dictadura descansan en tribunales o centros psiquiátricos, estos últimos si tenías una familia que contará con los recursos para ingresarte a una buena clínica o con suerte burguesa te sacará del país.
“Entender la democracia como un medio y no como un fin, junto con clarificar los conceptos, permite asumirla no como una meta, sino como un camino. No como un edén, sino como una tarea exigente. Sin ello, la propia democracia no subsiste y de nada sirve la cantinela de que ‘más vale la peor de las democracias a la mejor de las dictaduras’. Porque entre la anarquía y la dictadura, desde tiempos inmemoriales los pueblos han optado siempre por la dictadura. Y si sólo cabe escoger entre dos dictaduras, siempre lo hará –y yo también- por la que parezca más conveniente o menos inconveniente. Más aún, la opción puede darse (como sucedió en Chile en 1973) entre una dictadura y un totalitarismo. En ese evento, siempre será preferible una dictadura”.
Hoy votar apruebo desde las diversidades y disidencias sexuales, significa más allá que estar en la constitución desde nuestras propias identidades sexuales o expresiones de la misma, las cuales estaban penalizadas hasta el año 1995, ahora se trasforman en un gesto concreto las palabras miles de veces arrojadas al viento.
“En junio de 1995, cuando todos los puntos de vista estaban sobre la mesa y sólo restaba votar la iniciativa legal, la Cámara de Diputados se dispuso a aprobar las enmiendas al artículo 365, incluyendo los acuerdos adoptados por la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, consistente en modificar el castigo legal a la sodomía consentida entre hombres adultos. En este punto se produjeron fuertes intercambios de opiniones entre los honorables diputados y diputadas de todos los sectores políticos”.
Hoy el apruebo aparece como un gesto que nos instala en un momento de reparación, para a todos esos amores distintos.
Esos amores alejados de la heteronormatividad militarizada que fueron silenciados durante la dictadura o peor aún que fueron exterminados como política encubierta en los tiempos del SIDA.
SIDA y dictadura se reencontraron para eliminar la diferencia sexual que tanto incomodaba a la sociedad chilena, de esta última frase debemos esperar que la sociedad entera pida la disculpa a las sombras que caminan por las calles donde dejaron plasmadas su discriminación.
“La madrugada del 22 de agosto de 1984 falleció Edmundo Rodríguez, el
primer paciente diagnosticado con VIH en Chile”
Del SIDA en dictadura hablaré en otro momento, hoy debemos reconocer en el voto Apruebo la inclusión y nuestra vinculación en la política, debemos usar la categoría de sujetos sexuales en derecho y reconocidos en la nueva Constitución.
La constitución actual, si bien ha tenido modificaciones importantes, las bases de su construcción no se han removido, no han sentido ni siquiera un pequeño temblor de la furia social que anda por las calles. Hoy la constitución se mantiene como un pilar binario, patriarcal, hetero normado, es simplemente un instructivo militar. Hoy la Constitución no reconoce derechos que tan solo tenemos por existir.
La Constitución actual desde el capítulo uno no reconoce nuestra igualdad, el derecho a la diferencia, el derecho a la expresión de ser. votar apruebo, significa mirar hacia una democracia inclusiva, donde dejaremos de mendigar migajas y sembraremos nuestros propios ideales y derechos.
Pensar apruebo es pensar diversidad, ahora depende solo de ti y tu voto.