Siempre es un gusto salir en busca de ellas en el otoño, siempre vuelven a la misma zona, a los mismos campos año tras año, el tema es que no son confiadas y por lo general salen volando lejos ante la menor perturbación. Pero en ocasiones quien sabe por que hay suerte y las aves se quedan un tiempo suficiente como para ser observadas y fotografiadas con detenimiento, esta en especial se quedó un buen rato a pesar que paré el vehículo no muy lejos de ella, en realidad la sobrepasé porque la vi al pasar un árbol y la otra para que la luz incida en mejor ángulo.
Luego de muchas fotos no muy diferentes mientras posaba a baja altura en un alambrado bajó al camino a buscar alguna presa, que por lo general son orugas, luego subió a un árbol ya má salerta porque había descendido del rodado y luego posó más tranquila en un cable de media tensión hasta que finalmente voló lejos.
Las fotos son de fines de mayo de este año y las saqué en la zona rural del partido de Monte en la provincia de Buenos Aires.








