Por la ausencia de una compañera de la mañana se me requirió para sustituirla, puntualmente.
La siguiente en pasar a la consulta era una joven de poco más de veinte años, una muchacha que fue directa al grano…-. Hola, cuéntame por favor…
-. Pues verá, yo estoy embarazada, ¿vale?
-. Vale…
-. Y quería hacerte algunas preguntas acerca del embarazo.
-. Ajá, pues tú dirás…
-. La primera: ¿Qué cosas no debo comer?
…
Tras interrogarme minuciosamente acerca de no pocas cuestiones, relacionadas con su estado, acabó diciéndome:-. Y, por último: yo uso la talla XS, ¿vale?
-. Vale…
-. Ahora quiero empezar a usar ropa premamá… ¿Qué talla debo comprar?
-. Pues no tengo ni idea, la verdad…
-. ¿?
-. No, hasta hoy no me preguntaron por esta cuestión, ni tampoco me había interesado nunca por ella- dije mientras trataba de disimular la gracia que me inspiró- No lo sé; incluso dudo de que tu doctora lo sepa… Aunque… ¡Creo saber quién te puede ayudar…!
-. ¿Quién?
-. ¡La empleada de la tienda del Centro comercial al que acudas!