Una cura natural para el acné

De las afecciones con origen glandular, el acné es una de las más comunes en gran parte del planeta. Esta afección dérmica suele aparecer en la pubertad y en la adolescencia, momento en el que se desencadenan una serie de cambios hormonales que tienen por efecto una producción exacerbada de grasa por las glándulas sebáceas de la piel del rostro y, en algunos casos, de la espalda. El acné, de todas maneras, también puede aparecer en personas adultas, presentándose con bastante frecuencia en mujeres que toman anticonceptivos y en personas con desórdenes en la función intestinal.

Antes de intentar alguna cura natural para el acné es necesario tener en cuenta algunos consejos a modo de precaución que, en la gran mayoría de los casos, nos ofrecerán excelentes resultados (llegando al punto que no necesitaremos de ningún remedio adicional). Entre las personas que tienen acné es una práctica muy extendida el exfoliarse de manera diaria o muy frecuente. Esta actividad, sin embargo, no mejora la situación sino que la agrava. Al usar productos cosméticos y de higiene sobre el rostro, evitar de forma terminante aquellos que tengan más contenido graso (en caso de duda verter un poco de producto sobre agua y comprobar el porcentaje de aceite al separarse los dos elementos). La dieta de una persona que quiere eliminar el acné de su rostro debe ser a base de frutas y verduras, evitando alimentos grasos, lácteos y chocolates.

Algunos de los remedios naturales contra el acné son los siguientes. El primero consiste en hervir dos cucharadas de hojas de albahaca seca por cada taza de agua. Se deja enfriar y se cuela. Este preparado se usa para lavar la cara. También se puede frotar el rostro con ajo varias veces al día o aplicar aloe vera sobre los puntos negros.