Revista Diario
Altamira. Hace unos 12000 años. Los primeros santanderinos dejan en la roca la huella pictórica de mamuts y caballos, intentando plasmar el espíritu de los animales a los que luego se enfrentarían en la caza por la supervivencia.
Mi colegio. Hace unas horas. Unos no muy anónimos adolescentes plasman su rebeldía contra esta sociedad injusta dejando unos graffitis en un bastante concurrido muro del recinto. Su lucha antisistema se queda entre yesos y expresan así su desmesurada lucha en pro de la libertad de expresión -luego igual se consideran explotados cuando mañana les enseñemos la bayeta y el cubo, como me dijo uno el año pasado mientras limpiaba sus reivindicativos mensajes contra la opresión educativa.
En estos casos me pregunto por qué no hacen gala de su mala educación delante de mamá-guay y papá-todomeloda. Vamos, que podrían pintar la pared de su casita...
Arte de verdad, pinchando aquí.