Una de cal y arena

Cuando hace diez días el Real Madrid ganó la Supercopa de Europa, muchos en la capital se comenzaron a frotar las manos ante lo que tendría que ser la temporada triunfal del equipo blanco. Sinceramente, al menos hasta cierto punto me sorprendió que Carlo Ancelloti dijese que nadie hablaba de sextetes, cuando no hace ni un mes, la estrella blanca, Cristiano Ronaldo, dijo que "quiero ganar los seis títulos" (podéis leer el artículo aquí). Lógicamente, después de la consecución de un título, uno no puede evitar pensar que los demás irán cayendo uno tras otro, pero, para bien o para mal, los títulos, al igual que los partidos, hay que disputarlos. Tampoco hay que ser un estudioso profundo de la historia para saber que cantar victoria antes de tiempo significa, en no pocas ocasiones, comprar casi todos los boletos para tener que acabar bajándote los pantalones.
Durante los días anteriores a este partido leí cosas como que, pese a que la vuelta se jugaba en el Calderón, eso daba igual, ya que en este caso el factor campo beneficiaba al Real Madrid. También se hablaba del tembleque que tenían en el Manzanares ante Cristiano Ronaldo, el cual le ha marcado no pocos goles. Para terminar, en otro artículo se hablaba del hecho de que el portugués nunca fallaba en las finales. Al final, el conjunto colchonero apenas necesitó dos minutos para marcar y, finalmente, llevarse el pato al agua. Como es bien sabido a estas alturas, el luso solamente jugó media parte y no marcó. Para ser sincero, personalmente esperaba una victoria final madridista. Han sido muchos años de victorias ante los colchoneros (pese a las victorias rojiblancas de estos últimos años) como para pensar lo contrario. Y no lo digo desde el punto de vista de un madridista, ya que ni de lejos son merengue, pero algo me decía que, sea como fuese, los blancos se iban a llevar el título
Pero no fue así, y reconozco que me alegro. No solamente por la derrota del conjunto merengue, el cual se las veía venir muy contento cuando ya deberían saber que ganar todos los títulos en juego a lo largo de la temporada es algo muy complejo. Ayer me alegré sobre todo por la victoria del equipo colchonero, por el cual tengo ciertas simpatías desde hace años, igual que con el Zaragoza (en este caso por razones familiares). Pero también me alegré porque, por fin, estamos viviendo una época en la que los títulos no se reparten entre los dos grandes. Obviamente, como seguidor barcelonista, me gusta que el Barcelona consiga todos los títulos posibles, pero también me gusta que, aunque sea de vez en cuando, sean otros equipos que no sean Madrid o Barcelona se lleven algún título.
Y es que soy de los que piensa que, como la cosa siguiese así, con los títulos importantes siendo ganados por Barcelona y Madrid, lo mejor que se podría hacer sería cerrar la parada. Desde aquí quiero felicitar al equipo del Cholo y esperar que consigan unos cuantos títulos más a lo largo de estos próximos años. Desde luego se lo merecen.