Revista Cine
Hoy, en el Maratón Marcel Sisniega, la Cineteca Nacional presentará tres filmes dirigidos por el ajedrecista/cineasta y a partir de las 16:30 horas: Fandango, Una de Dos y La Quietud y el Fuego. Esto escribí hace casi una década, en el momento del estreno comercial, con respecto a Una de Dos, que me sigue pareciendo una de las mejores cintas mexicanas de inicios de siglo:
Presentada en la XVII Muestra de Cine Mexicano de Guadalajara (en la cual abundaron los azotes intelectuales, la violencia gratuita y el miserabilismo más atroz), la exhibición de Una de Dos (México, 2001), la ligera y muy agradable comedia dirigida por Marcel Sisniega, resultó -recuerdo muy bien- una auténtica bocanada de aire fresco. La notable cinta de Sisniega es una de las menos pretenciosas de todas las películas mexicanas de los últimos años y, por ello, sus logros se ven engrandecidos. La película está basada en la novela homónima de Daniel Sada -quien escribió el guión junto con el director Sisniega- y está ambientada en un pequeño pueblo de ¿Coahuila? en donde dos hermanas gemelas costureras, Constitución y Gloria Gamal (Tiare Scanda y Erika de la Llave, increíblemente idénticas), se convierten en novias del mismo hombre, el ranchero francote Oscar Segura (Antonio Peñúñuri). Aunque el tipo se ha enamorado, en realidad, de "Consti", él no sabe que la mujer tiene una hermana gemela, lo que aprovechan las dos solteronas para alternarse cada domingo en "la visita", hasta que Oscar decide casarse... ¿con cuál de dos? Sisniega muestra tener una espléndida mano para la comedia, las dos actrices están muy bien en su rapport de complicidad/rivalidad por el mismo hombre, y el pintoresco lenguaje campirano escrito por Sada (y dicho en perfecto "norteño") parece remitirnos a las viejas comedias/melodramas de Ismael Rodríguez y/o Alejandro Galindo ("No me gusta que me presenten gente que no conozco", "Son un par de mustias", "Mire, tía: usted es sólo mi tía"). Desde el principio, es claro que Sisniega no aspira a otra cosa que construir una comedia mexicana a la antigüita (sin sexo, sin violencia, sin groserías) basada en gags visuales y verbales transparentes pero muy efectivos. Y esa aspiración, modesta si usted quiere, la cumple y con creces el señor Sisniega. La premisa límite de dos mujeres idénticas que comparten el mismo hombre sin que éste lo sepa es, pues, una idea perfecta que le sirve al cineasta para construir esta deliciosa comedia de enredos en donde el juego actoral de Scanda y De la Llave es crucial para el éxito del filme. Sean haciendo mohínes de disgusto, sean mirándose con rencor, sean riéndose de sus propias travesuras, sean mostrando el deseo que les provoca el incauto hombre, Tiare y Erika logran que la película gire en torno a ellas de la mejor manera posible, encantándonos con su notable timing cómico. Sisniega, por su parte, dirige la cinta de manera limpia y funcional, logrando momentos de gran inspiración, como cuando las gemelas Gamal levantan, de abajo del encuadre, cierto volante como último recuerdo de sus padres muertos, en una escena sencilla pero de gran efectividad cómica. Finalmente, las canciones que se escuchan en la banda sonora, escritas por el propio Sada y su esposa Adriana Jiménez y con música de Santiago Ojeda, resultan ser el complemento perfecto de una película que nunca pierde su amabilidad, su sentido del humor, y su sencilla gracia cómica.
Una de Dos se exhibe hoy lunes a las 18:30 horas en la Cineteca Nacional.