Soy de las primeras que levanta la mano y dice que el cine mexicano es basura, y es que teniendo títulos como No manches Frida, Como Novia de Rancho, Mirerreyes Vs Godinez, y un sin fin de películas más horribles no hay manera de no llegar a creerlo.
Pero no es del todo cierto, cada año de entre decenas de películas irrelevantes, refritos, e incoherentes tramas salen cosas preciosas, pero muchas veces se quedan ocultas entre la mala fama del cine mexicano, y aún peor, entre la carente distribución y promoción.
Sueño en otro idioma es una de esas películas, la historia nos lleva con un joven lingüista que busca salvar la lengua Zikril de su extinción, la idea es grabar conversaciones entre los tres últimos hablantes, pero afronta la repentina muerte de doña Jacinta, dejando a Evaristo e Isauro como los últimos capaces de hablar de Zikril, ambos peleados y sin hablarse desde hace más de cincuenta años, rumoreándose que por haberse enamorado de la misma mujer.
Desde primer momento me emergí en la historia, es un proyecto en el que notas la dedicación. A lo largo de la película observas el daño colateral que cincuenta años de rencor pueden ocasionar, pero comienzas a entender lo que verdaderamente sucedió para que Isauro y Evaristo dejaran de hablarse por tanto tiempo, lo que parece una sencilla trama se entreteje para crear un panorama más amplio y espectacular.
He de mencionar que incluso con ligeros toques místicos y sobrenaturales, la historia jamas llega a tornarse absurda, realmente crees lo que te plantean, que una lengua como el Zikril puede exponer tanta fuerza aún al borde de su extinción. Especialmente siendo que cuando en el transcurso de la película jamás se nos subtitula la lengua Zikril, de alguna forma somos capaces de descifrar con las emociones planteadas en la voz y rostros de los actores lo que transcurre en las escenas habladas en Zikril.
Pero hay un momento espectacularmente triste, en donde el rencor termina ganando y causando un gran remordimiento, una situación tortuosa donde crees que ya no es posible esperar la reconciliación.
Y aún así, hay algo especial en ese final que confronta una vida de actos testarudos y algunos imperdonables con diálogos finales cálidos y esperanzadores.
Cabe destacar que la lengua Zikril fue específicamente creada para la película, con el fin de no ofender a las lenguas indígenas ya existentes, así como proyectar una reflexión sobre todas ellas, reconocer que están sufriendo el mismo problema que planta la película… poco a poco cada una de ellas empiezan a morir.
Pero no se trata de tomar el primer curso de lenguas indígenas que nos topemos, sino aprender a respetar los múltiples dialectos e idiomas que nos inundan, en más de una ocasión he sido testigo de cómo podemos llegar a hacer menos aquellos que hablan lenguas indígenas, como si sus raíces los convirtiera en inferiores, sus pronunciados acentos en ignorantes. Por inercia aún tengo rastros de lo que creía saber de niña, era así como me pintaron el mundo, pero no puedo justificarme toda la vida, estoy en edad de decir basta y replantearme que mi “realidad” no era la verdad.