Revista En Femenino

Una de perfumes…

Por Puramariacreatriva

beb02d4e8bedfd4cb9fca51252e5fdb8

Lo mío con los aromas viene de lejos, de muy lejos. En realidad, con solo 8 años ya desarrollé una considerable habilidad para robarle a mi madre el perfume que guardaba en su armario de “cosas-solo-para-mí”. No tardé en descubrir que la botella de perfume que atesoraba, en un huequecito, tras un pañuelo -de esos a los que, afrancesados perdidos, llamamos actualmente foulard- era valiosísima. Lo deduje por las collejas que me dejaba sobre la testa cada vez que averiguaba que la causa de que su, carísimo, perfume se evaporara no era el cambio climático sino la espabilada de su hija la mayor.

¿Qué culpa tenía yo de que me gustase el perfume?  ¡Yo quería… OLER A MAYOR!

Colleja tras colleja, fueron pasando los años de mi infancia y adolescencia. Vamos, que para hacerlo poético, gracias a mi madre, y a su afán de guarda y custodia a su perfume, escribí una versión aromática de los versos de Machado: mi infancia son recuerdos, de un frasco y de collejas…

Hace unos días, queridísimo diario, aprovechando que tenía una reunión en Valencia, fui a  unos grandes almacenes relacionados con la segunda parte de la expresión “jamón al corte”, seguido de una nacionalidad propia de Inglaterra (no me da la gana de darles más publicidad a los susodichos). Me atendió una señora que deduje formaba parte de mi asociación, las C.M. S.E (Cincuentonas Modernas, Sociedad en Expansión) aunque lo disimulaba de puta madre, impecablemente sepultada bajo una mano de maquillaje natural-and- woderful-all-in-one-make-up.

Señalé con el dedo la botella azul turquesa de uno de los 5 perfumes que utilizo.

Uy, ese perfume no se lo aconsejo, es muy fresquito, es demasiado juvenil…metralleó, digo dijo, la susodicha… Le voy a dar a oler uno más amaderadoA ti sí que te van a dar, pero no madera, pensé para mis adentros más adentros. Uno más intenso, le va a encantar, es que cada edad tiene su rango de fragancias continuó la repelenta dependienta…

Sentí un subidón de intensidad 11 en la escala Pu-Richter. No se parecía a los sofocos de la edad que, como un exorcismo, me poseen sin pedir permiso a las horas impares de la madrugada. No. Era más bien idéntico a los que ensanchan el diámetro corporal de Hulk cuando se dispone a exteriorizar sus verdes rabietas. Que le dieran un inmenso rango de rangos, me repetía mi voz interior…

En un minuto la tenia frente a mí, fliteándome –forma verbal de un verbo, flitar, que solo conocemos los que nos movemos a partir de la 50TENA, que designa la acción de convertir un líquido en espray pero sin espray, con una botella de plástico flitador;)- un perfume con olor a vetusta, sin morla, a sarcófago, a lavapiés, y no me refiero al barrio… Este es ideal….me dijo….procure no ponérselo sobre el cuello y escote porque acentúa la arrugas…siguió la repelenta dependienta…A ti te acentuaba yo con un buen revés esdrújulo, dijo a gritos mi voz de hija del exorcista…Además, el otro día tuvimos una formación y nos comentaron que el perfume no se ha de poner sobre el cuello, en personas mayores, porque puede provocar que la glándula tiroides se enlentezca aún más…

Harta de que la susodicha me estuviera tocando tan reiteradamente…la tiroides, di media vuelta y me alejé de Miss Mundo Anti-empatía, mientras ella blandía aquella botella in-olible con el mismo ímpetu que los de LOCOMÍA.

Me fui dándole vueltas al coco, a mil revoluciones por pensamiento: o sea, que a las 50Tonas, por huevos, nos toca oler a sarcófago, ¿no? Recordé que, de pequeña, me sentía culpablemente fatal cuando pensaba, en secreto, que mi abuela no olía a jazmín y que, con cada año que ella cumplía, se iba reduciendo el número de especies de flores con las que comparar su aroma, por mucha agua de colonia Heno de Pravia que se echara encima.

Desde el móvil, sin esperarme a salir del centro comercial, busqué una perfumería online en Australia (bien lejos de España, para asegurarme de que no me conocían ni sabían mi edad) y me he pedido 4, sí CUATRO, botellas del Perfume más juvenil que encontré: EAU de JEUNESSE!!!

Y yo, de pequeña, empeñada en robarle a mi madre el perfume y….!OLER A MAYOR!

HAY QUE JODERSE…

abuela


Archivado en: General, HUMOR, MONOLOGOS, NOVELA DE HUMOR POR ENTREGAS, REFLEXIONES, RISAS

Volver a la Portada de Logo Paperblog