Puestos a reconocer, nunca hasta ahora me había dado por leer programa electoral alguno, salvo el programa del italiano movimiento 5 Stelle , que yo mismo traduje para este blog. Yo creía que los programas eran de ese estilo, esto es, cortos, concisos y con propuestas concretas. Vivía en un error, en Catalunya al menos parece ser que los programas electorales, salvo el mencionado caso del PP tienden a ser excesivamente largos (ICV-EUiA, 212 páginas, ERC, 182 páginas, SI, 54 páginas, Ciutadans, 31 páginas). Es como si el tamaño importase. y sí que importa, pero en este caso es al revés, cuanto más grande más repele.
Como no los he leído (salvo una tercera parte del de CiU) no puedo opinar apenas nada sobre la falta de concreción de las propuestas. Aún así, la informática me permite dar algún que otro dato objetivo, que resumo en la siguiente tabla:
Veces que se nombra la palabra:
impulsaremos potenciaremos fomentaremos crearemos elaboraremos
CiU 135 72 32 43 22
44,4% 23,7% 10,5% 14,1% 7,2%
PSC 32 8 2 12 5
54,2% 13,6% 3,4% 20,3% 8,5%
PP 12 8 1 3 12
33,3% 22,2% 2,8% 8,3% 33,3%
ICV 167 79 36 68 18
45,4% 21,5% 9,8% 18,5% 4,9%
ERC 25 10 8 10 7
41,7% 16,7% 13,3% 16,7% 11,7%
SI 8 10 7 20 6
15,7% 19,6% 13,7% 39,2% 11,8%
C's 26 23 32 5 4
28,9% 25,6% 35,6% 5,6% 4,4%
Como hoy estoy de confesiones, haré una tercera y última: no me he leído los programas porque en realidad no me interesan una m..,bueno mejor dicho me interesan poco. Hace tiempo que tome una decisión, no ir a votar mientras no haya al menos una formación que me devuelva lo que estos, los actuales, políticos me robaron: la fe. Mi divorcio es fruto de muchos desengaños, muchas falsedades, mucha caradura y mucha falta de honestidad. Para volver a creer no basta con ir rotando las caras tras un fracaso en las urnas, no hay que escribir programas interminables, llenos de palabras huecas, cuyo contenido nada importa, porque, primero, nadie se los lee, segundo, porque se cumpla o no el programa, nunca hay depuración de responsabilidades, nunca pasa nada. Para que yo vuelva a creer, no hay que gastarse dinero alguno mandándome las papeletas a casa, no hay que hacer grandes campañas, ni meetings pomposos, ni debates en televisión Es mucho más fácil, que todo eso, basta con que alguno de ellos, al menos uno, inspire la suficiente confianza como para poder decir: he ahí un grupo de ciudadanos horados que se presentan como candidatos. Y eso sólo se consigue poco a poco, día a día, no enseñando la cara amable exclusivamente unas pocas semanas antes de las votaciones.
El día que eso pase tendré un problema, y es que entonces ya no tendré excusa para no leerme un programa electoral. Al menos espero que el partido que lo elabore sea lo suficientemente sensato como para hacerlo apto para ciudadanos, es decir, corto, conciso y lleno de propuestas concretas, no vaguedades que fácil se las lleva el viento.