Grandes canciones que, como no podía ser de otra forma, eran obra de magníficos compositores y fantásticos intérpretes.
No en vano encontramos a compositores, letristas y cantantes como Burt Bacharach, Christopher Cross, Irene Cara, Jack Nitzsche, Will Jennings, Joe Cocker, Jennifer Warnes, Giorgio Moroder, Lionel Ritchie, Berlin, Carly Simon, Stephen Sondheim, y Madonna.
Canciones inolvidables, que forman parte de la banda sonora personal de muchos de nosotros y que han dejado una huella inborrable.
Claro que eso fue antes de que la factoría Disney se adueñara de la categoría en los Oscar, a partir de 1991, y empezara a bombardear, año tras año, con la canción de turno, impidiendo que otras composiciones pudieran obtener el reconocimiento. Ya en 1989 había conseguido el galardón para el tema principal de La Sirenita y en 1991 recuperó el cetro hasta 1995. Sólo en 1993 se rompió la racha con el triunfo del tema "Streets of Philadelphia" de Bruce Springsteen.
En los últimos años no me han convencido ninguna de las canciones que han obtenido el Oscar. De hecho, las que se han alzado con el triunfo en la presente década se han caracterizado por estar carentes de repercusión. Ninguna de esas piezas suena habitualmente en otros medios. Es el triunfo de la mediocridad.
Así que deleitémonos, pues, con estas canciones que pertenecen a una época en que la Academia de Hollywood tenía mayor gusto, categoría, y glamour.