Revista Opinión

Una diosa duerme y yo la observo

Publicado el 25 noviembre 2019 por Carlosgu82

En esta noche triste

fría y melancólica

me arrimo y me reconforto al fuego de tu mirada

en busca del calor

que el amor me reclama.

Sólo escucho el sonido de tu respiración,

el aliento cálido de tu boca,

los besos que me pertenecen

encerrados en los labios de una diosa.

La musa que estremece mi cuerpo,

el espíritu apasionado que me vence,

que dibuja mi deseo,

que mitiga las veleidades de la vida,

que soslaya mi necesidad de ti a todas horas.

Eres mi Afrodita

la belleza y la lujuria mientras duermes.

Que se vayan todas las ninfas,

para que solo a ti te contemple.

Mis iluminados ojos te pertenecen.

Renuncio a mi alma hedonista

al contemplar tu magnificencia,

porque ¿de que sirve la vista,

si no estas adornando mi mirada con tu sonrisa?

Mi espíritu queda divagando

por no encontrar las respuestas.

En esta fría noche,

al caer derrotado por el eco mis palabras,

de mis preguntas sin respuesta,

en mi sueño apareces

permitiéndome amarte con dulzura,

al envolverme en tu cuerpo sin pecado.

Porque esa feminidad que emanas,

que sólo a mí me regalas,

me une sediento a ella.

y sólo un sol que se despereza,

cuando la luna se acuesta,

al partir la noche hacia la mañana,

envía sus rayos a la más bella

para que yo me vaya.

Y al despertarse mi amada,

con la condición de ser la primera estrella,

no habría ya porqué quedarme,

el cielo no es mi mundo,

pues antes de que la tierra me reclame

con observar a la diosa

me llevé su éxtasis,

porque ella eras tú

y yo, yo solo aire.


Volver a la Portada de Logo Paperblog