Noelia, sentada en sofá, frente a una taza de café, sueña despierta, se le escapa un profundo suspiro, han pasado cinco semanas, pero el recuerdo de aquel hombre encantador que, por azar, quizás, compartió con ella departamento en el tren, cuando viajó a visitar a sus padres, después de meses sin poder hacerlo a causa de su trabajo, es relaciones públicas en un hotel, por lo que dispone de poco tiempo libre, pero se guardó unos días y así poder viajar a Barcelona, donde vivían ellos.
Añoraba a sus padres, le hacían tanta falta, aunque solo fuera cinco días deseaba pasarlos con ellos, necesitaba abrazar a Berta, su dulce madre, charlar largamente con Héctor, su severo pero bonachón padre, de él aprendió a ver la vida con positividad y esperanza, su lema era nada pasa sin un por que, a ser honesta y clara, también añoraba tanto su hermana pequeña, Lidia, con la que se llevaban diez años de diferencia y para Noelia era su muñeca. Noelia dejó Barcelona seis años atrás, a los veintiuno , cuando su currículo llegó a un importante hotel de Alicante , su perfil era perfecto para el puesto de relaciones públicas, una mujer joven e independiente, bella, culta y con facilidad para el trato con el público, además de hablar correctamente cinco idiomas, a pesar de estar muy unida a su familia, aunque vivía sola en un pequeño piso, no lo pensó, dejó su empleo en una agencia de viajes y se trasladó a Alicante, era un cambio drástico de vida, pero era mujer de retos, su padre siempre le aconsejo que nunca tuviera miedo a ir a por sus sueños y luchara hasta hacerlos realidad por muy difícil que le resultara, la vida es un reto tras otro, era imparable, no se conformaba con una vida común ,por eso acabó mal su relación con Carlos, su novio durante año y medio, él esperaba casarse, que ella dejara su trabajo para ocuparse del hogar, le decía que ya estaba él para sacar adelante la familia, Noelia antes de eso, quería vivir, divertirse, aprender, superarse, llegar hasta donde estuviera destinada, claramente junto a Carlos no, así que con mucha delicadeza acabó con él, tratando de mantener una amistad, pero a él se alejó totalmente ,a los seis meses ya preparaba boda con otra mujer.Su mente regresa a aquel día Jorge, que así se llamaba aquel hombre, atractivo y elegante, venía de Murcia, ella tomó el tren en Alicante, los dos viajaban destino Barcelona, Jorge era periodista, su viaje era por trabajo su periódico lo envió a cubrir un importante evento literario que se celebraba en una localidad cerca a Barcelona capital, además debía escribir un pequeño reportaje sobre los ferrocarriles, para una revista en la que colaboraba, por eso utilizaba ese medio de transporte. Al verla entrar en el departamento, Jorge le sonrió y la ayudó a acomodar su equipaje, tomó asiento junto a él, e iniciaron una amena charla. En cuanto intercambiaron las primeras palabras, en ambos despertó algo especial, quizás fue un amor a primera vista, cuanto más el tiempo pasaba, aumentaba la complicidad entre ellos, como unos viejos amigos, en esas seis horas de camino, se contaron todo el uno del otro, Jorge, se preguntaba como una mujer tan bella e interesante podía estar sola, aunque no fue capaz de decírselo a Noelia, no quería incomodarla.Juan la miraba con ternura, aquella mujer avivaba en el algo que hacía tanto no sentía, moría por besarla, pero se contenía, aunque algo debía hacer para que no despareciera para siempre, llegaban a Barcelona, faltaban unos veinte minutos, así que Juan, sutilmente le propuso intercambiar sus teléfonos, pronto viajaría a Alicante y le encantaría tomar café con ella, si le parecía bien, ella arrancó una hoja de su agenda y se la entregó con su número anotado, él se lo apuntó una servilleta de la cafetería .Al llegar al destino, la ayudó a descender del tren, al tenerla entre sus brazos, se controló para no abrazarla, ella le miró con un brillo muy hermoso en su mirada, caminaron hasta la salida de la estación, el tomaría un taxi, a ella la esperaba su padre, se besaron en la mejilla y con tristeza se separaron.
Cinco días después, Noelia regresó a Alicante, no dejó de pensar en él ni un minuto, se sentía distinta, un tanto melancólica, aquel encuentro la había descuadrado, se había enamorado, estaba segura, pero pensaba que Juan debía ser como los marineros, posiblemente por su trabajo trataría con muchas mujeres y siendo tan grato y tierno, un amor en cada puerto, seguro que en todos sus desplazamiento conocía alguna mujer a la que pedir su número, lo mejor era olvidarle no creía posible que él la viera del mismo modo que ella y menos en tan solo unas horas de trato, sollozando, pensó que era una ridícula.
Llega el fin de semana, a Noelia no le apetece salir, lo pasará en casa descansando, ella solo libra los domingos y cada dos semanas el lunes también , es sábado noche, pedirá comida china, no le apetece cocinar, mientras espera la llegada de su encargo ,suena el teléfono, responde mecánicamente, al otro lado, Juan la saluda un tanto nervioso, pues no sabe cómo puede reaccionar ella, Noelia, contiene un grito de emoción, Juan se encuentra en Alicante y si ella se lo permite, en ese instante la visitará ,Noelia le indica su dirección, en diez minutos llama a la puerta. Uno frente al otro, mirándose, sin saber cómo actuar, Juan la abraza, ella le besa los labios, le invita a entrar y a compartir su menú. A los dos les parece un sueño lo que está ocurriendo.
Durante la cena, Juan le explica a Noelia, el motivo de no haber contactado con ella, cuando acabó su trabajo en Barcelona, le enviaron a Londres ha regresado hace dos días, ahora tiene una semana libre, por lo que pensó en viajar a Alicante. Al acabar de cenar, Juan le coge la mano, necesita hablar con ella, sentados en el sofá, le propone intentar tener una relación sería, él solicitará que lo trasladen a Alicante, ha quedado una vacante al jubilarse la persona que cubría aquella zona intentará que en la revista no le den reportajes muy lejos de la ciudad, aquello parecía una dulce locura, pero por que no intentarlo, Noelia, aceptó, siempre recordando las enseñanzas de su padre, aquel sería su más hermoso reto, hasta que llegara a su final.Magda Jardí
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