Puede sonar un tanto extraño, pero en Escocia ya hay una destilería que genera su propia energía a través de los residuos de su producción de whisky, así es, debido a su alto contenido en azúcar, esta cotizada bebida acoholica resulta tener propiedades suficientes para ser convertida en un bio combustible.
La destilería independiente Tullibardine, ubicada en Perthshire, y con el apoyo de una empresa surgida de la Universidad de Napier de Edimburgo, Celtic Renewables (CR), han comenzado este acuerdo que resulta una primicia, utilizar los residuos de la producción de whisky en combustible para autos.
El profesor Martin Tangney, uno de los fundadores de CR, dijo que “la asociación con Tullibardine es un paso importante en el desarrollo de un negocio que combina dos industrias escocesas icónicas: el whisky y la energía renovable”.
“Este proyecto demuestra que el uso innovador de tecnologías existentes puede valerse de recursos que tenemos en frente a nuestras narices para beneficiar tanto al medio ambiente como a la economía”.
Para la destilería, que estos desechos sean aprovechados equivale a quitarse un peso de encima. Cada año gastan unos 400.000 dólares para deshacerse de los residuos, que ahora serán una nueva fuente de ingresos.
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