por Miguel Ángel Valero
Un inversor en grupos familiares europeos habría obtenido en los últimos 16 años un 250% de rentabilidad acumulada, frente al 50% del MSCI World o el Stoxx600.
Lo dice Banca March, que es una empresa familiar. Y, por tanto, juez y parte, Pero los datos están ahí. Un inversor que hubiese colocado el dinero de forma equiponderada en grupos familiares europeos en los últimos 16 años habría obtenido un 250% de rentabilidad acumulada, frente a poco más del 50% del MSCI World o el Stoxx600. En coherencia con esta afirmación, Banca March ofrece The Family Businesses Fund, un fondo de renta variable global que invierte únicamente en grupos familiares cotizados que cumplan una o varias de cuatro características: más del 25% de la propiedad está en manos de una familia; existe un deseo de trasmitir la propiedad a la siguiente generación; un grupo familiar tiene el control efectivo del negocio; y al menos un miembro de la familia está involucrado en la alta dirección de la compañía.
En la lista del fondo, cuatro empresas: la cadena de distribución norteamericana Walmart (49,48% de la familia Walton); el Holding Jardine en Singapur, controlado por la familia Keswick, heredera de William Jardine; la automovilística alemana BMW (47% de la familia Quandt), y la francesa Bodegas Laurent-Perrier, cuyo 57% está en manos de la familia fundadora, los Nonancourt. Ninguna empresa familiar española.
Pero, ¿qué tiene de diferente la empresa familiar como para invertir en ellas? Las empresas familiares generan más del 50% del PIB en casi todas las economías del mundo. Las empresas familiares son, según Banca March, “la espina dorsal de la economía mundial”. Más del 80% de todas las empresas son familiares, y más del 15% de las empresas cotizadas en el S&P500 y el Stoxx600, también.
En Estados Unidos, un 35% de las empresas del S&P 500 están controladas por un grupo familiar. El 80% de los mayores grupos empresariales de México son familiares; el 70%, en Brasil, el 66% en India y el 65% en Chile. ¿Y en Europa? En Francia, el 83% de las empresas francesas son familiares y éstas generan más de la mitad de los empleos privados. En Italia, el 80%, con el 60% de la población activa en el sector privado trabajando para una empresa familiar. En Alemania, el 70% de las empresas son familiares, que generan el 50% de la facturación total.
¿Y en España? El 75% de las empresas son familiares, generan el 65% del PIB y el 80% de los puestos de trabajo, representan el 26% de las 1.000 empresas más grandes, un 55% de las ventas y un 65% de las exportaciones.
“Las características de las empresas familiares (visión a largo plazo, compromiso, lealtad, motivación y bajo apalancamiento) las convierten en negocios estables y más resistentes en comparación con empresas no familiares; como se ha demostrado durante periodos de crisis. De hecho, históricamente los resultados e ingresos de las compañías familiares son superiores a los del resto de empresas“, explica José Luis Jiménez, director general de March Gestión. “La experiencia del Grupo March como negocio familiar y como inversor en otras empresas familiares corrobora esta tesis con una larga y exitosa experiencia”, insisten en la gestora.
Las empresas familiares cotizadas superan a las demás en las Bolsas europeas. Un tercio de las sociedades que forman parte del S&P 500 tienen a las familias fundadoras en la alta dirección, y suelen ser más rentables.
Ventajas, pero también inconvenientes
El informe de Banca March destaca, entre las ventajas de la empresa familiar, la eficiencia en costes, en liderazgo (gracias a la toma de decisiones centralizada y con menores costes transaccionales) y en accionistas (por la mayor confianza, lealtad y motivación de ejecutivos y empleados). También, la visión a largo plazo, especialmente en decisiones de inversión y de crecimiento, porque las empresas familiares no están tan sujetas a presiones por los resultados trimestrales.
Pero también hay inconvenientes (March Gestión de Fondos prefiere hablar de “limitadores”). Entre éstos, que no busca maximizar beneficios, y que desarrolla una gestión más prudente de cara al apalancamiento o endeudamiento y al crecimiento que las empresas no familiares. O las diferentes prioridades: énfasis en objetivos no monetarios, en la estabilidad y en la sucesión.
Existe el riesgo de una gestión ineficiente, que los deseos de asegurar la sucesión familiar pueden producir resultados “sub-óptimos” comparados con la gestión “de mercado”. Finalmente, hay una baja innovación y una lenta adaptación a las circunstancias: los miembros del grupo familiar pueden verse limitados por la presión de mantener prácticas tradicionalmente exitosas.
Gestión de activos familiares
“Este fondo nos permite unir el profundo conocimiento de la empresa familiar al de la gestión de activos pues, desde su creación en 1926, el Grupo March pertenece al 100% a una familia y se ha especializado en la gestión de patrimonios y en la financiación de negocios familiares” comenta José Luis Jiménez.
Para profundizar en el estudio de la empresa familiar, March Gestión ha alcanzado un acuerdo con el IE Business School. Así, periódicamente publicaran distintos estudios sobre la rentabilidad, evolución y otras cuestiones de interés que afectan a los negocios familiares.
Al igual que el fondo March Vini Catena, el primero especializado en la cadena de valor del vino, y Torrenova, el vehículo de inversión más conservador del Grupo March, The Family Businesses está registrado para su comercialización en España, Italia y Luxemburgo. Próximamente estará disponible en Austria y Reino Unido.
Autor Miguel Ángel Valero