La aparición de tres etiquetas con supuestos mensajes de auxilio en varias prendas de Primark, ha generado todo tipo de especulaciones. Las etiquetas escritas en un perfecto inglés habrían sido cosidas en las fabricas en las que fueron confeccionadas las prendas, algo que a todas luces resulta inverosímil si damos por cierta la versión de la firma irlandesa. En el comunicado emitido, la empresa asegura que "las prendas fueron fabricadas por distintos proveedores, en distintas fábricas y en distintos continentes, una en Rumanía y la otra en India, a miles de kilómetros de distancia" .Por otra parte, no se trata de piezas textiles recién adquiridas, sino que una de ellas fue comprada hace un año y otra en el año 2011, aunque Primark asegura que dejó de venderse en 2009, ambas en tiendas del Reino Unido, principal mercado de la marca. Cabe añadir, que la mayor parte de los trabajadores que confeccionan las prendas no han tenido la posibilidad de escolarizarse, por desgracia, la mayoría no saben leer ni escribir.Por todos es sabido que a falta de una regularización laboral justa a nivel internacional, el sector textil se aprovecha de las precarias condiciones laborales que existen en determinados países, para fabricar sus prendas a menor coste. Aunque no sea ilegal, es claramente inmoral, pero se trata de una práctica extendida a toda la industria, por lo que resulta paradójico que sólo se haya denunciado esta situación en el caso de Primark. Todas estas claves me hacen pensar que podría tratarse de un montaje muy bien urdido por la competencia, ya que ha puesto a la irlandesa en un brete.