En las últimas horas fuimos testigos de unas polémicas declaraciones que el entrenador de Corea del Sur, Sin Tae-yong, pronunció sobre una táctica que dispuso en marcha para combatir a sus rivales suecos en el partido que los enfrentaría hoy lunes en este Mundial de Fútbol 2018.
El director técnico argumentó que su plan se basaba en ir cambiando los dorsales de sus jugadores en los entrenamientos y amistosos a fin de confundir a sus rivales a la hora de jugar el encuentro. Salvo sus estrellas, el delantero Son Heung-min y el capitán Ki Sung-Yueng, centro-campista del Swansea, la estratagema se aplicaría a todos los integrantes del club y tendría una alta repercusión a nivel global, dado que no es algo que estamos acostumbrados a presenciar.
Las razones que el técnico surcoreano arguye a haber lanzado dicho plan se reduce a un engaño visual de índole racial, pues, según sus palabras, los occidentales tienen dificultades para reconocer a los asiáticos.
Todo ello se vio reforzado por el supuesto ‘’espionaje’’ del colaborador del técnico de la selección sueca, Lasse Jacobsson, quien había observado desde la distancia uno de los entrenamientos de sus rivales. Dicho sesión era a puerta cerrada pero Jacobsson no tenía constancia de esto y de ahí la polémica. El técnico surcoreano le restó importancia al asunto.
La pregunta culmen que podríamos hacernos es si funcionó o no la táctica extravagante de Sin Tae-young. La respuesta la hemos tenido hace unas horas donde Suecia derrotó a Corea el Sur por un gol a cero gracias a un ‘’penalti’’ pitado con ayuda del ‘’VAR’’. Sin duda el técnico asiático tendrá que replantearse otras maneras de superar a sus rivales.
El ”Grupo F”, que compete a estos dos equipos, culminaría su primera jornada con este encuentro, dejando a México y Suecia con los tres puntos en primera posición y Alemania y Corea del Sur sin haber podido puntuar y con los mismos goles encajados.